Cada tú y cada yo

Publicado el 29/06/21
– Los martes de música 024 –

Voy a proponerte un sencillo ejercicio.

Mira tu web. La de tu competencia. La de tu cliente.

Cuenta las veces que en la página de inicio se habla en primera persona o en segunda.

Viene a ser las veces que hablamos de lo bueno que somos o vendemos (primera persona) respecto a lo que de verdad le interesa al posible cliente (segunda persona).

Veamos dos casos extremos.

En Kajabi.com, una solución de negocios online muy enfocada en la venta de formación, contenidos y consultoría, tenemos en su página de inicio:

Uso de la primera persona
(nosotros, nuestro)
We/our: 5 apariciones

Segunda persona
(tú, tu, tuyo, ti)
You/your: 79 apariciones

Ratio: 5/79

En la web actual de un posible cliente:

Primera persona: 14
Segunda persona: 1
Ratio: 14/1

Al lector le preocupa conocer qué ofreces y cómo le puedes mejorar su vida, no tus medallas.

No hace falta que te diga cuál de los dos ejemplos despertará más interés.

Esto no es una ciencia exacta, claro.

No hay ratios mágicos, ni la calidad de los textos se sustenta solo en la persona gramatical.

Pero si este ratio se aleja mucho del 0 y una web es conjugada en primera persona, puede ocurrir que:

1. Ese negocio no está orientado al cliente. El problema es más profundo, y primero hay que arreglar su estrategia. Los textos en segunda persona serían como una etiqueta del mejor Rioja en una botella de vinagre.

2. El negocio está orientado al cliente, pero su web no lo refleja. Aquí hay cancha para conectar lo que ya se es con lo que el cliente necesita.

Cada tú y cada yo, cuentan.

Para recordarlo, en los martes de música te traigo esta deliciosa interpretación acústica de Placebo y la soberbia Majke Voss Romme, de su tema Every you, every me.

Hasta mañana, salud y mucha tinta.

Michel

P. D.: La letra de Every you, every me no va de negocios. Gira en torno a relaciones tóxicas. No obstante, tiene una línea que podría aplicarse a las webs que aúnan la primera persona con mensajes vacíos:

There’s nothing here but what here’s mine
No hay nada aquí, pero lo que hay es mío

P. D.: Si quieres conjugar tu web en segunda persona, pásate por aquí.


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