Podcast. Episodio 006. Entrevista a Marina Díaz, escritora y psicóloga

Programa emitido el 12/02/2021


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Introducción

Hoy escucharemos a Marina Díaz, psicóloga y escritora (no necesariamente en este orden), de Psicosupervivencia.com.

Marina aplica con maestría las técnicas de copywriting en su lista de correo diario y en las cartas de ventas de sus cursos. Como nos dijo el anterior invitado, el copywriter Rafa Moya, Marina es una gran referencia «para aprender cómo hacer copy, sin parecer que haces copy».

Por esta razón nos acompaña hoy en el programa, en el que además de conocer un poco mejor a la Marina escritora y sus próximos proyectos, descubrirás:

  • Cómo empezó a aplicar una escritura deliberada para vender sus cursos, y cuáles están siendo sus resultados.
  • Qué técnica propia de Sálvame dispara la apertura de sus correos, y de qué modo le facilita al lector que justifique racionalmente una compra emocional.
  • ¿Bloqueo del escritor? Supéralo sin moverte de la silla.
  • Cuál es su proceso completo de escritura del correo diario.
  • Qué error de escritura, muy habitual pero poco conocido, está echando al traste la mejor de tus historias.
  • Cómo un o una asistente virtual puede cambiar por completo tu negocio (si puedes permitírtelo).
  • Qué debes evitar para no cavar tu tumba si das formación.


Personas y referencias citadas

Copywriters

Otras personas

Libros

  • Enganchados a los cuentos: cómo aprovechar lo que sabemos del cerebro para atrapar al lector desde la primera frase, de Lisa Cron (TTL) (Am*).
  • El gozo de escribir, de Natalie Goldberg (TTL) (Am*).
  • Save the cat! Writes a Novel: The Last Book On Novel Writing You’ll Ever Need, de Jessica Brody (Am*).
  • Make time: Cómo enfocarte en lo que importa cada día, de Jake Knapp y Hohn Zeratsky (TTL) (Am*).

(ver las notas al pie)

Otras referencias


Para saber más de Marina Díaz


Transcripción de la entrevista

Despliega el texto

Michel Toumi: Hola Marina, bienvenida y gracias por compartir con la audiencia del programa qué hay detrás de tu teclado. 

Marina Díaz: Hola Michel, ¿qué tal? Encantada de estar aquí. Muchas gracias a ti por invitarme. 

Michel Toumi: Las personas suscritas a mi lista saben que eres la responsable de que hoy yo esté aquí, a este lado del micro y del teclado. Para el resto de oyentes, si no conoces la historia y tienes curiosidad, te invito a que te suscribas en cronopias.com. 

Michel Toumi: En cualquier caso, el motivo no tiene que ver con la profesión de Marina. Tiene que ver con una receta culinaria que escribió hace más de 6 años. Pero Marina no es cocinera. Para sacar de dudas a quien no te conozca y no haya leído aún las notas del programa, dinos Marina a qué te dedicas.

Marina Díaz: Yo soy psicóloga y escritora. No necesariamente por ese orden. Soy psicóloga clínica vía PIR, que es como el MIR de los médicos que casi todo el mundo conoce, el sistema de formación especializada, pero para psicólogos. Luego, además, soy máster en terapias contextuales, de las que la más conocida es la terapia de aceptación y compromiso. Pero sobretodo me considero escritora, que es algo que he hecho siempre. Es realmente lo que me da de comer, porque podría ser una psicóloga excelente, pero si no supiera transmitirlo no me comería un colín. Y tengo autopublicada una novela y ahora mismo estoy escribiendo la siguiente. De momento el éxito es escaso [risas], moderado, tirando a escaso, pero confío en que mejorará con el tiempo. 

Michel Toumi: Justamente esa faceta de escritora es la razón de que hoy nos acompañes. Perfectamente podríamos decir que podrías ponerte la gorra de copywriter. No es algo que diga yo. Otros profesionales lo han dicho en más de una ocasión, lo podéis comprobar vosotros mismos si la leéis en sus correos o en su web. Y no se trata sólo de que Marina aplica el copywriting con éxito en su negocio, como nos contará luego. Aquí tengo que hacer un paréntesis en el guión que teníamos previsto la entrevista. 

Michel Toumi: Resulta que ayer fue el cumpleaños de la pareja de Marina, y como lo que mejor sabe hacer es escribir, felicitó a su chico dentro de su lista de correo diario. No fue una felicitación al uso. Fue uno de los textos más emotivos y hermosos que he leído que alguien dedica a otra persona. Lleno de sinceridad y lleno de futuro. Uno lo lee y más que pensar en vuestro presente mira con confianza lo que está por venir. Es un correo también cargado de mucho optimismo y con una concisión fabulosa. No sobra ni una palabra. Hay frases que seguro que más de uno o de una se apuntará para dedicársela a alguien o para inspirarse. Bueno, esto no pasa todos los días, claro. Marina en su correo cuenta otras cosas, pero es una muestra del grado de conexión y de intimidad que se puede generar entre la persona que escribe y sus suscriptores. Marina. ¿Cómo te sentiste cuando le diste a enviar el correo? 

Marina Díaz: Yo estaba súper emocionada. Además, luego Pablo se partía de risa conmigo porque yo lloraba, bueno no lloré, lloré, pero se me saltaban [las lágrimas]. Me emocioné un montón escribiéndolo, es verdad, se me saltaban un poco las lágrimas porque es verdad que quiero mucho a Pablo, no es postureo, y la escritura tiene eso, que le pones palabras a esos sentimientos, y como tú muy bien dices, fue un mail lleno de futuro, de gratitud también, porque otra cosa que comentaba en el mail es lo importante que ha sido el para mí en este último año, que ha sido tan complicado para todos. Menos mal que tenía a Pablo, menos mal que lo tenía cerca, y de verdad que me emocioné un poco, yo siempre que Pablo cumple años le digo «me alegro de que nacieras» [risas]. Y es verdad, me entra mucho agradecimiento de pensar que de todas las combinaciones posibles genéticas, apareció Pablo y nació y llegó y nos encontramos, y ahora estamos juntos. Realmente estaba un poco emocionada con mi propia escritura. Ya te digo, Pablo luego se partía de risa conmigo. Decía, «qué payasa eres». Pero es verdad, me emocioné. 

Michel Toumi: Tú escribes desde hace mucho tiempo, seguramente antes de conocer lo que era el copywriting. Puede que en tu ámbito fueses de las primeras profesionales en tener un blog. Cuéntanos un poco cómo fue tu origen con la escritura y cuándo decidiste empezar a escribirle a tu audiencia. 

Marina Díaz: Yo empecé a escribir de bastante pequeñita. Era muy, muy lectora de pequeña, una lectora muy voraz, y fue una continuación natural el escribir, de leer historias a querer escribirlas. Luego gané un par de concursos cuando era pequeña, sin mucha trascendencia, pero de estos como que te validan un poco externamente, y te dicen oye, mira, no lo haces mal. Y luego, cuando tenía 18, 19 años, descubrí los blogs personales, que por aquella época, sería más o menos 2003-2004, no tenían nada que ver con lo de ahora. Era prácticamente como un diario que tú colgabas online y contabas tus intimidades, algunos eran anónimos, otros no, y enlazabas con tus amigos que también eran bloggers y era como otro rollo, tenía mucho encanto. 

Marina Díaz: Ahí estuve escribiendo mucho tiempo. Me gustaba muchísimo. Todavía en ocasiones aún publico algo, pero como que perdí un poco la la dinámica. De hecho yo creo que lo que volcaba en aquel blog es casi lo que vuelco ahora en el mail diario, salvando las distancias. Luego a partir de ahí desembocó en un blog profesional, que es psicosupervivencia, que es el blog que yo tengo ahora. Empecé a escribir ahí sobre psicología, y poco a poco se fue profesionalizando un poquito más hasta convertirse en un vehículo de captación de alumnos, de clientes y de relaciones. De todo, coincidiendo más con la idea que tenemos hoy en día de los blogueros y de tener una web. 

Marina Díaz: Y respecto a cuándo empecé a escribirle a mi audiencia de manera quizá más intencionada, y a saber más sobre copy, pues fue hace ahora casi dos años, cuando descubrí al que muchos conoceréis, que es Isra Bravo. Me mostró otra manera de comunicarte con tu audiencia. Yo siempre me había comunicado con ellos de una forma muy personal, muy cercana, dentro de la distancia de Internet, pero eso me ayudó a darle otra vuelta de tuerca, y a partir de ahí nuestra relación se fortaleció mucho, y desde entonces hasta ahora. 

Michel Toumi: Muy bien, porque tú, como comentabas, has tocado muchos canales, tenías un blog, incluso también tenías un Patreon, que duró un tiempo, creaste una newsletter los viernes, que aún sigue, y tienes tu correo diario. Al final es el correo diario en el que vuelcas, como has comentado,  todo lo que tienes que contar a tu audiencia y con la que estableces la relación con tus suscriptores. 

Marina Díaz: Sí, sí, tal cual. De hecho, me hace gracia la distinción entre la newsletter de los viernes y el correo diario, porque al final el día que escribo newsletter los viernes no escribo correo diario. El formato es un poquito distinto pero para mí entra dentro de la misma dinámica de escribir todos los días. Y sí, ahora mismo es prácticamente el 100% de mi comunicación con mi audiencia. De hecho, el blog lo tengo un poquito abandonado, por lo mismo, porque ya escribo muchísimo en otras áreas, aunque estoy en proceso de recuperar el blog. Pero sí, es la manera principal que tengo de comunicarme con ellos. 

Michel Toumi: Lo que sí que tienes descartado son las redes sociales. No trabajas con ninguna.

Marina Díaz: De momento sí. A ver, siempre digo que nunca digas de este agua no beberé, o a esta red social no me uniré. Pero me quité ya hace bastantes años. Nunca mi negocio había descansado demasiado en ellas, con lo cual no fue tampoco muy traumático. Y ahora mismo considero que no me hacen falta, que los beneficios son menores que los perjuicios, sobretodo en términos de tiempo, de atención y de energía que les tendría que dedicar. Y sobre todo es que no me gustan mucho tampoco. Si tú dijeras, bueno, vale, me lo paso súper bien. No es tampoco un enfoque muy purista de «oh, he de mantener la concentración y el foco de mi cerebro», que un poco también, pero sobretodo es que al final me acabo aburriendo. Bueno, tampoco tiene especial mérito, no me convierte en nadie moralmente superior. 

Michel Toumi: El correo a diario, como has comentado, es tu principal fuente de relación con los suscriptores. No sé si es exagerado decir que gracias al correo vendes todos los días. Cuéntanos cómo ha impactado en tu negocio esa relación diaria que tienes con tus suscriptores desde, cómo comentabas, hace dos años. 

Marina Díaz: Hasta ahora el impacto ha sido muy, muy grande. A ver, ha habido otros factores también. Es verdad que han sido dos años de crecimiento de la lista, y de conseguir más leads y más suscriptores, pero el correo diario me ha abierto la puerta al maravilloso mundo del marketing directo, que no conocía tanto. Había cosas que ponía en práctica, pero no de manera tan deliberada. La verdad es que lo he notado un montón, en cuanto a ventas, por supuesto, y también en cuanto a satisfacción de la gente a la que tengo conmigo. Entonces, yo no sé si es que por el hecho de escribir más a menudo, al final tienes más bajas y la gente que se queda, se queda porque le gusta de verdad, porque le gusta saber de ti muy a menudo, y la gente que está ahí, que ni fu ni fa, pues se va. Obviamente hay de todo, y hay gente más contenta y menos, pero la respuesta general de mis alumnos, de mis clientes, suele ser muy positiva, así que diría que el impacto ha sido 100% positivo, extremadamente positivo. 

Michel Toumi: Los frutos del correo diario se recogen con el tiempo. No obstante, ¿has detectado algún tipo de correo que por temática, por tono o por cualquier aspecto funcione mejor que otros?

Marina Díaz: Cuando uno está utilizando la estrategia del mail diario, yo creo que hay que tener mucho cuidado con no señalar a un correo individualmente, porque al final lo que tú estás haciendo es ir construyendo esa relación a largo plazo con tu lector. Y sí, un correo concreto de cientos, le toca y hace que dé ese paso. Pero muchas veces a lo mejor no es el correo en sí, a lo mejor es simplemente que vas a subir el precio, o que regalas algo, que hay una fecha límite de algún tipo, y no importa tanto la clase de correo. O a lo mejor compra con un correo, pero lleva convencido desde hace días o semanas. Lo que pasa es que justo hoy, por lo que sea, ha comprado pues yo que sé, porque ha cobrado. En ese sentido, a mí me enseñó mucho Isra Bravo de tratar a las personas como personas, y no como robots que actúan sólo en respuesta a un estímulo que tú les das. Las personas tienen sus vidas. A lo mejor el correo de ayer era buenísimo, pero a esa hora estaba durmiendo, o estaba saliendo por ahí y no lo leyó y lo le hoy y compra. No sé, en ese sentido somos eso, somos personas, somos complejas. Dicho esto, sí que hay algunas cosas que yo he comprobado que funcionan mejor que otras. Por ejemplo, una que me hace muchísima gracia, son los asuntos que son «como en contra de Marina», para así decirlo [risas]. Por ejemplo, «cliente me insulta», o «lectora me llama equis», o «se burlan de mí en no sé dónde». No sé si será por esa tendencia que tenemos muchos del cotilleo, mira «no le va todo tan bien como parece», pero se nota considerablemente la diferencia de apertura, es exagerado. A ver, yo siempre en los asuntos procuro ser sincera, nunca pongo un asunto que luego no tenga una compensación en el cuerpo del mail. Y es que esas cosas al final me pasan, cuando uno tiene un proyecto con una mínima repercusión, pues siempre salen voces en tu contra, lo cual es positivo en mi opinión. Como decía Don Quijote, «ladran, luego cabalgamos». Pero bueno, me hace mucha gracia. Y luego otro mail que también me gusta mucho utilizar es el mail con balas, con los clásicos bullets. Utilizarlos al final de los lanzamientos. Eso cualquiera que esté en mi lista ya se lo sabe, que siempre el último día, los último mails o el último mail va con los clásicos bullets, que incluyo también en la página de venta normalmente, van directamente en el mail, porque me parece una manera de que la persona tenga delante todo el valor que va a recibir y que realmente si está preparada para hacer la compra, la haga con confianza de que está comprando algo con sustancia. Me parece el momento de que la persona confirme racionalmente una compra que quizá emocionalmente ya haya hecho antes, pero que se la pueda justificar diciendo que realmente es una buena inversión de mi dinero y de mi energía. 

Michel Toumi: Llevas cientos de correos escritos ya para el correo diario. ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Cómo te nutres de ideas? 

Marina Díaz: Las ideas del correo diario lo bueno que tienen es que están en todas partes. Puedes inspirarte en lo que te pasa. Yo soy muy de contar historias mías que me pasan en mi día a día. Puedes inspirarte en tus recuerdos, en algo que has leído, en una noticia. Estos son quizás los que menos utilizo. También muchas veces digo «tengo que diversificar un poco», porque aquí siempre contando mis chorradas y luego tampoco me pasan tantas cosas, sobre todo en este mundo pandémico gris en el que vivimos últimamente. Pero sí, puede ser eso, una noticia que has leído, o puede ser una pregunta que te ha hecho un lector, de ahí también puedes sacar muchas ideas, puede ser un conflicto que has tenido con alguien. En fin, hay millones de ideas. Si uno tiene los ojos bien abiertos, están por todas partes. Y además, lo que te comentaba también de que yo llevaba mucho, mucho tiempo escribiendo un blog personal y estaba acostumbrada a encontrar ese tipo de ideas. Al final mi blog era sobre nada, escribía yo que sé, sobre que había ido a la peluquería o sobre un gazpacho que me había comprado y en fin, ya tenía muy habituado ese músculo de buscar ideas en todas partes. 

Michel Toumi: ¿Llevas un diario de ideas que te sirva de repositorio? 

Marina Díaz: Sí, tengo una lista, tengo una nota en el ordenador «ideas para mails», y ahí las voy apuntando, y las apunto con el clásico circulito de rellenar cuando lo has hecho para no repetirme. Aunque a veces me repito, porque hay historias de las que yo misma estoy como súper enamorada de la historia, y de vez en cuando me repito. Pero eso sí que quiero que quede claro, jamás he reutilizado un mail, ni creo que lo haga nunca. Yo sé que hay copys que lo hacen. No me parece mal, pero a mí personalmente como lectora, cuando me llega un mail que ya he leído, y suelo tener buena memoria para eso, porque además, claro, pues los copy reutilizan mails que les ha ido bien, yo que sé, se siente como naaah, vale, esto no es cierto, no me gusta pero bueno, tampoco es algo que le haga la cruz. Pero a mí personalmente, como escribir el mail me divierte mucho, no veo necesidad de reutilizarlo, prefiero sentarme y escribirlo y descubrir cosas nuevas y pasármelo bien escribiendo. 

Michel Toumi: Igual en ocasiones hay quien reutiliza el correo, porque igual ese día no ha encontrado la inspiración para escribir algo nuevo. ¿Tú cómo afrontas esos días que no tienes ganas ni inspiración para escribir? 

Marina Díaz: Bueno, me siento hasta que se me ocurre algo [risas]. No tiene más secreto, porque además al final yo tengo una sensación muy inevitable con el mail. Yo he fallado algunas veces desde que empecé que llevo ahora, ¿cuánto llevo?, un año y medio más o menos, creo, escribiendo en el mail diario, y alguna vez he fallado. Pero ha sido por despiste, o por programar mal la newsletter, pero nunca ha sido por fallar deliberadamente, de «no se me ocurre nada, no mando el mail». No, yo si me acuerdo y estoy delante del ordenador y no me han secuestrado, yo el mail lo mando. En ese sentido me siento y pienso. Muchas veces, por ejemplo, pues si voy a escribir sobre mi curso, me pongo delante el índice de contenidos y a partir de ahí trato de sacar algo que esté relacionado con eso, o miro cosas que me han pasado, repaso a lo mejor mi calendario, mi diario. A lo mejor también otras veces miro los últimos mails que he escrito, a ver si alguno me enciende la chispa, pero generalmente me siento y pienso hasta que se me ocurre. Al final la creatividad es una función directamente proporcional al tiempo que pasas resolviendo un problema. 

Michel Toumi: Además en un correo comentaste que a veces esos días que no te apetece escribir, son días que superas por el compromiso que tienes con tus lectores, por la conexión que tienes con tus valores y con la persona que quieres ser. Esto me parece muy interesante. Cuéntanos un poco más. 

Marina Díaz: A ver, es como cuando trabajaba para otros y yo sabía que a las 8 tenía que estar en mi puesto de trabajo. Es que no había otra. Entonces no le daba muchísimas vueltas en plan «bueno, mis valores me dicen…», era yo estoy aquí, y para mí es un compromiso igual de fuerte o más. Yo he dicho que iba a escribir y escribo. No me engaño pensando que la persona está en su casa en plan «¿cuándo escribirá Marina?, pero sí que es verdad que cuando escribes todos los días y un día nos escribes, la gente se da cuenta y te escribe y te pregunta ¿qué pasa?, ¿estás bien?, ¿qué pasa con tu correo? Entonces, sí que tienes la sensación de que un pequeño papel juegas en la vida de la gente. Y luego, para mí, creo que también otro componente súper importante de la estrategia del correo diario es que tus clientes sepan que pueden confiar en ti, y que si tú has dicho que vas a escribir todos los días, que escribas todos los días, porque entonces saben que pueden confiar en ti para comprar tu producto, para pedir tu servicio, para lo que sea. En ese sentido, la imagen que da el hecho de que tú estás ahí todos los días es extremadamente importante y no creo que sea algo que te tienes que tomar a la ligera. Para mí no es una opción escribir el mail diario. 

Michel Toumi: Una pregunta que se hará algún suscriptor o cualquiera que siga una lista diaria como la tuya es ¿cuánto tiempo te viene a costar escribir un correo, de término medio? 

Marina Díaz: Normalmente la media está entre diez minutos y media hora, y la media está en medio precisamente, más o menos yo diría que veinte minutillos. 

Michel Toumi: Eso es rápido. 

Marina Díaz: Sí, sí. Bueno, además es que es gracioso, porque alguna vez que a lo mejor se me ha olvidado o que planeaba estar en casa una hora antes, y por lo que sea he llegado tarde, y tenía que escribirlo antes de las siete, que es la hora a la que sale mi correo, y en diez minutos escribes un correo. En cinco minutos ya no sé, pero en diez perfectamente. Lo que pasa es que, claro, cuando tengo más tiempo como que me regodeo más. Y como ya te he dicho que a mí me gusta escribir, entonces pues lo escribo y lo pulo, miro cada frase e intento no repetir palabras. Si tengo dudas sobre algo lo busco en la RAE, intento que mis correos salgan lo más pulidos posible. Eso es quizá lo que sacrifico los días que tengo más prisa, pero sí, en general se escriben rápido. Mi sistema es: escribo una primera versión en Scrivener, que es el programa que utilizo también para las novelas, y así los tengo ahí todos archivados. Y luego lo copio de ahí, porque me gusta escribirlos en Scriviner porque entre otras cosas, determinadas cosas de formato te las pone ella correctamente. Por ejemplo, te pone las comillas españolas y no las inglesas, te pone los guiones largos y no los cortitos. En fin, pijadas. Y luego de ahí lo pego en  Converkit, que es el proveedor de email marketing que yo utilizo, y cuando lo pego lo repaso de nuevo. Lo repaso bien, miro lo que te he dicho, si se repiten palabras, si hay algo que no se entiende, y luego ya de ahí lo envío. Normalmente hago esos dos repasos y lo mando. 

Michel Toumi: ¿Sueles escribir el mismo día que lo envías? 

Marina Díaz: Depende. Normalmente sí, porque me gusta más, se siente más fresco. Y además, para mí escribir es como algo que hago divertido. Otras veces he probado escribir varios el mismo día. La sensación no es igual, pero sí que es verdad que, si por ejemplo, tengo una semana muy liada y quiero tener el resto de los días más libres para para dedicarme a algún proyecto, el quitarte esa obligación diaria, por muy divertida que sea, es verdad que te libera más espacio. Entonces bueno, generalmente sí, pero a veces no. 

Michel Toumi: Por tu experiencia, ¿cuál crees, Marina, que es el error más común que comete la gente cuando quiere ponerse a escribir correos o el correo diario?

Marina Díaz: Seguro que muchos, pero uno que a mí particularmente (y aquí te voy a hablar de escritura más que de venta, más que de copywriting en sí, que seguro que hay muchos más y más flagrantes y más importantes). Pero yo te voy a hablar de este, porque me parece que poca gente habla de él y es extremadamente común. Es el error de los falsos comienzos, el pensar que el lector necesita un montón de contexto para lo que tú le quieres explicar. Entonces, por ejemplo, imagínate que yo voy a escribir un mail sobre algo que me ha pasado hoy en el Mercadona. Vale, que básicamente es mi único lugar donde voy últimamente. Y entonces empiezo, y mucha gente empieza, por ejemplo, «últimamente en la pandemia sólo se puede ir al supermercado. Y a mí siempre me ha gustado mucho ir al supermercado, porque me relaja ir ahí y ver todas las cosas que tengo disponibles. Y hoy, concretamente, estaba un poco cansada porque me dolía la cabeza. En fin, que estaba yo en el Mercadona…» Todo eso anterior era innecesario [risas]. Todo eso. Tú vas como calentando, pero al lector no le hace falta. 

Marina Díaz: Hay un escritor, un ensayista bastante conocido y emprendedor que se llama Paul Graham. Creo recordar que en uno de sus ensayos habla de esto, y dice que una de las cosas que hace es que escribe el primer borrador del ensayo y los dos primeros párrafos, el primer párrafo o los dos, o a veces incluso los tres, los quita directamente. Yo ya no lo hago así casi nunca, porque ya es raro que me encuentre con eso de los falsos comienzos, pero es una práctica súper recomendable. De hecho, animo a cualquiera que esté escuchando esto a que vea esto en mails ajenos y en propios, y vea como muchas veces la gente mete un párrafo de calentamiento, dos, tres, y realmente lo interesante está abajo. ¿Y cuál es el problema? Que mucha gente no llega a esta parte de abajo porque te has puesto a contarle tu vida en los dos, tres primeros párrafos. 

Michel Toumi: Has citado antes a Isra Bravo como una de tus referencias sobre copywriting. Seguramente tendrás alguna más, como la figura que has comentado antes. Dinos qué otras referencias tienes para copywriting, o en general para escribir mejor. 

Marina Díaz: Para copy, el primero que yo conocí en este tema fue a Isra, me abrió los ojos a un mundo nuevo. No puedo decir que haya leído muchísimo copy, ni que haya leído a los copy de la vieja escuela, porque a ver, yo tampoco soy copy y con aprender lo que necesito para que funcione mi negocio, voy que chuto. Y en ese sentido creo que Isra hace un gran trabajo de condensar aprendizajes de copys de la vieja escuela. También he leído bastante a Ben Settle, y tengo varias de sus formaciones, y me parece que es muy bueno. 

Marina Díaz: Más allá de eso, respecto a escribir en general, pues a lo mejor esto suena un poco engreído, pero yo nunca he pensado que tuviera un problema con mi estilo de escritura. Siempre he pensado que me defendía, porque ya te digo que llevo muchos, muchos años escribiendo y al final creo que mi estilo está suficientemente pulido, seguro que podría mejorar, pero bueno, no me voy a poner a leer un libro de gramática. A lo mejor miro cosas puntuales, yo que sé, cuando estaba editando mi novela, pues leí muchísimo sobre el uso del punto y coma, y cosas así. A mí lo que más me interesa aprender, porque es lo que más creo que cojeo es sobre storytelling, una disciplina que me fascina, sobre todo en lo referente a escribir novelas, y en general. Y ahí hay una autora que me gusta mucho, que se llama Lisa Cron. Tiene un par de libros. Uno de ellos, traducido al castellano, se llama «Enganchados a los cuentos», está muy bien. Hay otra autora americana que se llama Jessica Brody, que escribe novelas como churros y sabe muchísimo de ploting, de trama, de argumento, y me parece muy buena. No quiero dejar de mencionar a Natalie Goldberg, ella escribe sobre escritura, casi como práctica espiritual. Me abrió también los ojos al hecho de que cualquiera puede escribir. Yo la leí cuando tenía 15 años. Su libro «El gozo de escribir» es muy, muy famoso, y sin duda para gente muy novata o muy bloqueada, que no sepa muy bien por dónde empezar puede empezar también por ahí. 

Michel Toumi: Y de todas esas lecturas, si tuvieses que condensarlas en una primera recomendación para alguien que quiera ponerse a escribir, ¿qué le dirías? 

Marina Díaz: Depende de dónde esté. Si quieres escribir en general, empieza por el «Gozo de escribir», por Natalie Goldberg, porque te va a dar permiso para escribir, que yo creo que eso es algo que mucha gente necesita. Mucha gente piensa que no puede escribir o que no sabe. Y ella te va a dar permiso, y ya empezando por ahí ya lo puedes refinar. Como decía, me parece que era Nora Roberts, uno no puede editar una página en blanco. Si no tienes ni idea de copy, vete con Isra. Isra es un clásico. Yo sólo por lo mucho que me ha aportado a mí, que me ha enseñado, le estoy extremadamente agradecida. Y al primero al que mandó es ha Isra, mejorando lo presente [risas]. Y bueno, luego ya si quieres escribir novelas, léete el de Jessica Brody que se llama «Save the cat», está en inglés, pero está muy bien, y te va a facilitar mucho el crear una trama. Y si quieres escribir ficción en general, el de Lisa Corn, «Enganchados a los cuentos», te va a enseñar mucho sobre qué hace que las historias enganchen. 

Michel Toumi: Comentabas que cualquiera puede ponerse a escribir. Algún copywriter nos ha dicho en el programa que puede que no sea lo más importante. Que la venta, saber vender, es una característica fundamental que tiene un copywriter. Si tuviésemos solamente estas dos facetas, la de saber escribir y la de saber vender, ¿qué porcentaje darías a cada una en un buen copy? 

Marina Díaz: Hombre, saber vender en un buen copy, que lo que quiere es vender, para mí es muchísimo más importante, muchísimo más importante. Y fíjate que yo ya te digo que pongo mucho cuidado en que mis correos y mis textos estén lo más correctos posible. A ver, seguro que viene Arturo Pérez-Reverte y me encuentra alguna falta, pero yo lo intento, de verdad, y cuando tengo una duda la consulto y estoy ahí, en la web de la Fundéu todo el día metida. Pero dicho esto, yo conozco a excelentes copys que cometen fallos gramaticales, que yo digo «esa goma no va ahí» [risas], o esa frase está mal construida, y sin embargo venden como los ángeles. A ver, yo si creo que fallos garrafales ortográficos o gramaticales repetidos, pueden degradar un poco tu marca. También depende un poco de lo que vendas. Yo que sé, si tienes un estilo más callejero, más casual y lo que vendes, pues a lo mejor está dentro del marketing y haces cosas así un poquito más informales, pues a lo mejor no importa tanto. Si vendes otra cosa, por ejemplo, yo no me iría con un abogado con faltas de ortografía. No sé, a lo mejor eso es personal. Porque igual es un servicio en el que prima más la atención a los detalles y que la persona sea pulcra. Dicho esto, para mí saber vender es mucho más importante. Una vez que sabes vender, en mi opinión, ayuda mucho escribir con corrección primero, y con belleza después. Porque al final eso a la gente también le llega, y las personas son perfectamente capaces de distinguir entre un texto bien hecho y otro que no lo está, aunque no sepan criticar como un filólogo que es lo que falla. Y, subconscientemente, mi opinión es que eso transmite a la persona una imagen de competencia y de saber lo que estás haciendo. No lo descuides, pero primero aprende a vender. 

Michel Toumi: Además, también hay que entretener, es una cosa que tú también buscas en cada correo que escribes a diario. 

Marina Díaz: Sí, bueno, sí. Yo creo que sí que hay que entretener. No sé si lo diría así, tan duramente, pero, sí. No sólo hay que entretener, sin duda, no te tienes que olvidar que el objetivo último al final es que la persona dé ese paso hacia la venta. Por supuesto, si quiere y si el producto le encaja. En ese sentido tú también tienes que estar convencido de lo que vendes. Para mí resulta fácil porque yo sólo vendo mis productos, y yo sé lo que vendo, y yo estoy plenamente convencida de que lo que hago hace mucho bien a la humanidad [risas], entonces no tengo absolutamente ningún complejo con vender. No lo que hago yo, lo que transmito, yo siempre digo que lo que yo enseño al final no es mío, que yo me limito a divulgar. Vale, volvamos al entretenimiento que me voy por los cerros de Úbeda, Michel. Sí, porque a ver, al final el entretenimiento yo creo que es lo que mantiene a la gente en tu lista, y de hecho prueba a mandar un mail con valor todos los días. Yo estoy convencida de que el engagement y la respuesta sería muy inferior, porque no todos queremos estar todo el día aprendiendo y aplicando y aprendiendo. Muchos simplemente queremos relajarnos y reírnos y echar un rato. Y yo creo que eso es lo que hace que la gente lea tus correos. 

Michel Toumi: Marina cada vez se cita más a la neurociencia como una disciplina a tener en cuenta para entender el comportamiento humano. Los investigadores nos dicen que gracias a la tecnología se puede medir la respuesta de nuestro cerebro ante determinados estímulos y que la mayoría de nuestras decisiones las tomamos de forma inconsciente. Pero creo que hay cierta confusión y quizá también cierto abuso del término neuro; neuroventas, neuromarketing. Aunque sé que no es tu especialidad, como psicóloga, me gustaría conocer tu opinión sobre la neurociencia y sobre cómo nos puede ayudar en el marketing y en la escritura persuasiva. 

Marina Díaz: Efectivamente, no es mi especialidad la neurociencia y no sé demasiado sobre neuromarketing, más que prácticamente lo que tú me acabas de contar. Siempre lo he observado con cierto escepticismo, porque al final, el marketing que no es neuromarketing, ¿qué es? ¿Cómo funciona si no funciona a través de nuestro cerebro? Al fin el cerebro es todo. Y en ese sentido pasa un poquito, salvando las distancias, como con la psicoterapia, porque alguien haga psicoanálisis no quiere decir que no esté actuando en el cerebro y que no haya una correlación con determinada actividad cerebral. Siempre va a haber correlación, a no ser que te hayas muerto, ¿no? Entonces, en ese sentido todo es neuro, y si todo es neuro entonces nada es neuro. Y bueno, creo que quizá pueda ser algo que tiene sentido o que puede ser útil quizás para gente que tiene realmente esa capacidad de análisis. Yo en ese sentido soy muy pragmática. A mí me gustan las cosas que se traducen en que yo pueda implementar estrategias distintas en lo que hago y conseguir mejores resultados. Entonces, si a mí me dice un copy, si a mí me dice un Schwartz, que tal cosa funciona y esa cosa funciona, y me lo dice Pepito Pérez, que esa cosa funciona porque activa el núcleo dopaminérgico del circuito de la recompensa, pues a mí francamente me da igual. Yo lo que quiero es que eso funcione. Y que la venta se produzca. Y creo que también en ese sentido, mucha gente tiene la impresión, a mi juicio, errónea. De nuevo, a ver, que nadie se toma esto muy en serio porque esta no es mi especialidad, pero existe esa sensación de que lo neurológico o lo neurocientífico es más exacto. No sé si tú tienes esa sensación, como que es más exacto, más real, más científico. Y en realidad el nivel de análisis de la neurociencia todavía es, hasta cierto punto, (a ver, esto lo va a escuchar algún neurocientífico y me va a pegar), pero yo todavía lo veo burdo, todavía me resulta más útil analizar a otros niveles. Yo prefiero mil veces, antes que saber qué se le activa a la persona, que se le activa el núcleo accumbens, porque el accumbens se le puede activar por un montón de cosas, por el sexo, por un casino, o porque te fumes un porro, o por millones de cosas. Yo preferiría saber qué se le pasa a esa persona por la cabeza, cuáles son las historias que se cuenta sobre sí mismo, cuáles son sus narrativas, qué ideas tiene sobre el mundo. Me parece información infinitamente más útil que saber lo que pasa en su cerebro. Dicho esto, si alguien puede venir y decirme, mira Marina, es que esto realmente hemos averiguado que es tal, y esto se traduce en que hagas diferente cuál. Bien, pero no me parece necesario así a priori. De toda manera, insisto, tengo que averiguar más sobre el tema. 

Michel Toumi: ¿Cómo te organizas en un día normal? ¿Cómo atiendes tu obligación con tu correo a diario, tu relación con tus clientes, la producción de nuevo contenido? ¿Cómo es un día normal de trabajo para Marina? 

Marina Díaz: Yo normalmente me levanto y lo primero que hago es escribir ficción. Es trabajar en el proyecto que tenga en ese momento entre manos, que ahora mismo es mi segunda novela. Es la tercera que escribo, pero la segunda que escribo, digamos (no, de hecho, es la cuarta que escribo, escribí otra novela de adolescente, bah, da igual, mi segunda novela sería). Y lo hago a esa hora porque es la hora a la que me puedo permitir psicológicamente hacer algo que no es súper útil a corto plazo, porque todo el mundo está durmiendo [risas], a nadie le molesta que no esté respondiendo correos o que no me esté ocupando de lo más urgente. Y luego lo que procuro hacer es lo que yo llamo mi hightlight, a partir de un libro que me leí hace ya un año y pico, dos años que se llama «Make Time», y ellos hablan del concepto de hightlight, que sería entre 60 y 120 minutos dedicados a algo que requiere un trabajo más profundo, que no es simplemente contestar correos o resolver tareas pequeñas. Y eso procuro hacerlo justo después. Pues por lo mismo, para que en lo posible no me haya entrado todavía el ruido del mundo en la cabeza. Y luego, ya después de eso, generalmente es cuando escribo la newsletter. Antes de eso, las hightlight pueden ser sobre cualquier cosa. Puede ser producir contenido nuevo, puede ser revisar un artículo, puede ser planificar algo de estrategia relativo al negocio, puede ser cualquier cosa que se te ocurra relacionada con las múltiples tareas que uno tiene que llevar a cabo en el negocio. Y luego ya, después del mail y después de todo esto, lo último que hago es el correo y la comunicación con mi asistente, que procuro dejarla para el final, porque en el momento en que empiezo a hablar con ella y ella empieza a contestar correos, soporte y demás, ya es como que la mente se me ofusca y ya me resulta difícil volver a un estado así muy concentrado. 

Michel Toumi:  Has mencionado ahora a tu asistente virtual. Es una figura que a lo mejor a muchos autónomos le parece interesante que lo comentes un poco. ¿Cómo fue tu proceso de selección, cómo es tu trabajo con esta asistenta, cómo delegas las tareas o cuáles son las tareas que principalmente ella lleva a cabo? 

Marina Díaz: Las tareas que ella lleva a cabo son cualquier cosa que no tenga que hacer yo, básicamente [risas]. Cualquier cosa que no requiera exclusivamente que lo haga yo, porque sea creación de contenido, o algo de soporte a los clientes que tengo que hacer yo. Esas otras cosas procuro que las haga ella, porque mientras más cosas hace ella, que no tengo por qué hacer yo, más me puedo dedicar a lo que sólo puedo hacer yo dentro del negocio. Y yo creo que eso es positivo para todos. 

Marina Díaz: Sobre el proceso, yo empecé a buscar una asistente virtual en el verano de 2020. Yo mencioné este tema en una entrevista que me hizo Ángel Alegre, de Vivir al máximo, y como él tiene una audiencia muy muy grande, pues mencioné que hacía un poco que estaba buscando o que quería buscar una asistente, como el que no quiere la cosa. Y me llegaron varias solicitudes. A ver, no muchísimas, pero a lo mejor cuatro o cinco solicitudes de personas interesadas. Entonces, a partir de esa primera hornada, digamos, les hice entrevistas. Elegí a partir de la entrevista. ¿Cómo lo hice? Vale, sí, hice la entrevista, y luego a partir de esa entrevista les pedí que me prepararan un presupuesto y como una especie de plan de cómo abordarían un proyecto. Luego, a la persona a la que elegí le encargué ese proyecto, pero por una serie de razones, al final decidí no quedarme con ella. Y a partir de ahí, luego volví a mencionar en mi newsletter casualmente que buscaba una asistente, y entonces me contactó Mariona, que es mi asistente de ahora. Me contactó, hicimos una entrevista y directamente, sin demasiado proceso ni nada, me pareció que era la persona que yo buscaba y empecé a trabajar con ella. Así que es curioso, porque muchas veces uno busca un proceso que sea súper perfecto y a veces las mejores cosas te llegan de manera inesperada. 

Michel Toumi: ¿Qué consejos le darías a alguien que busque este apoyo de una persona que no conoces y que te tienes que relacionar a distancia? 

Marina Díaz: La primera es que, si te lo puedes permitir, y si te lo puedes permitir con cierta holgura. Porque también hay que tener cuidado con los números del negocio, y hay sabérselos siempre bien y dejar siempre margen para el beneficio. Pero si te lo puedes permitir y tienes dudas, hazlo porque te cambia la vida. Realmente, cambia la relación que tienes con tu trabajo, tus resultados, lo que eres capaz de ofrecer. Incluso el mero hecho de tener a alguien ahí con quien compartir marrones y problemas, te da muchísimo, te sientes mucho menos solo. Y muchas veces, sobretodo como me pasaba a mí. Yo llevaba 8 años, casi 7-88 años haciendo las cosas yo, y tenía la sensación de que lo mío era súper difícil y de que iba a tardar meses en que alguien aprendiera cómo hacía yo las cosas. Y por supuesto no era así, no era tan difícil. Si encuentras a una persona espabilada y competente como lo es Mariona, lo aprenden en semanas, sino en días. Luego que siempre a la hora de evaluar, puedes procures evaluar de la manera lo más práctica posible. Esto de pensar un proyecto independiente que tú le puedas encomendar a la persona puede ser muy buena idea. Algo para lo que no la tengas que entrenar muchísimo, pero que te dé una buena idea de cómo trabaja y de cómo funciona. Tener quizá también muy claro los límites, en el sentido de cómo comunicar, cuándo os comunicáis, cuántas horas trabaja esa persona, porque ni quieres que tu asistente se sienta explotado y mal, ni quieres tú tampoco sentir que no cuentas con esa persona como te gustaría contar. Y bueno, más allá de eso, es también cuestión de ensayo y error y de que tú vayas descubriendo lo que te funciona. Ah, perdona, sí, una última cosa importante. Yo sabía que se me olvidaba algo [risas]. Que busques a alguien, porque esto es un error que he visto entre comillas cometer a gente a la que conozco, que busques a alguien que compense lo que tú no tienes. Que no busques a alguien como tú. Que si tú eres una persona como puedo ser yo, a lo mejor muy creativa pero un poco despistada, busca a alguien que a lo mejor no sea tan creativa, pero que sea muy detallista, y que sea a veces incluso un poco molestamente detallista para que compense esa parte tuya, y viceversa. 

Michel Toumi: Eso es muy interesante, porque no solamente como dices, buscas a alguien en quien delegar trabajo, sino a alguien que te pueda complementar y con quien puedas compartir el proyecto. Tú buscas ese complemento y ese apoyo en tu negocio.

Marina Díaz: Claro, sí, totalmente. Y de hecho con Mariona, nosotras siempre hablamos en plural de cómo hacemos. Y yo trato de que ella se sienta, a ver que se sienta porque lo es, ella es parte del proyecto, y ella es muy a menudo el primer punto de contacto que pueda tener una persona conmigo, o un cliente, ella es la que la que está ahí cuando hay problemas logísticos, que muchas veces son de lo más desesperante. Ella es una parte fundamental del éxito del proyecto y procuro hacérselo saber, y que ella se sienta también que tiene parte en las decisiones. No simplemente «haz esto, haz lo otro», sino «tú que opinas, tú cómo lo ves, qué se te ocurre». Porque al final yo creo que cuando uno espera lo mejor de las personas y les da autonomía es cuando ellas sacan lo mejor de sí mismas. 

Michel Toumi: Comentabas que el soporte, claro, no lo puedes delegar. Además, es algo que tú nunca haces, atiendes directamente a tus clientes. Eso llega un momento en el que es difícil de gestionar porque no es escalable. ¿Cómo lo llevas ahora? ¿Cuánto tiempo dedicas al día a dar soporte? Y ¿cómo ves tú que eso pueda limitarte, que puedas sacar nuevas formaciones o que puedas hacer crecer tu negocio? 

Marina Díaz: Pues mira, ahora mismo afortunadamente no dedico tanto, porque si bien es verdad, como tú muy bien dices, yo no delego el soporte de contenido, digamos. Si alguien tiene una duda sobre el contenido, la contesto yo porque son mis cursos y porque lo que yo enseño es relativamente complejo, o sea, para que una persona entendiera realmente esto, por lo menos tendría que tener mi mismo nivel de formación y de experiencia. A ver, tampoco es que yo sea aquí una ingeniera aeroespacial, pero tiene tiene un punto de complejidad y me parece lo lógico. Pero sí que ahora puedo delegar todo lo que es el soporte técnico. Y es que eso es una cantidad muy importante. Todo lo técnico, lo logístico. «No puedo entrar en el programa, no me ha llegado tal envío». Entonces sólo con quitarme eso me queda muy liberada. No dedico tanto tiempo. Pero sobre todo lo que estoy tratando de hacer ahora, cada vez que creo una nueva formación, es poner muy claros los límites con la audiencia. La audiencia al final entiende. Y si no entiende, eres tú quien se lo tiene que hacer entender, los límites que tú tienes como persona. Por ejemplo, en el caso de Isra, él tenía su membresía y la cerró porque no daba abasto con el soporte, porque él había ofrecido soporte, si mal no recuerdo, era soporte ilimitado vía mail. Y claro, yo desde el otro lado, yo súper contenta porque yo era miembro de su membresía. Pero yo pensaba, esto es absurdo, como va a ser una membresía que valga, que en su momento no recuerdo cuánto era, a 59 me parece que entré yo, ¿cómo va a darme Isra Bravo soporte individualizado ilimitado? Es que eso tendría que valer cientos de euros, más en un copy. Porque al final, a ver, pues el valor que tú le des a estar bien, en mi caso una persona que quiera algo relacionado con la psicología, pues bueno, eso depende de ti. Pero es que un copy te puede hacer ganar miles y miles de euros, un buen copy. Entonces ¿cómo vas a cobrar estos 50 euros? Entonces yo era un poco como, vale, esto es un fallo en la Matrix y yo me voy a aprovechar [risas]. No hombre, por supuesto, Isra si me estás escuchando, sabes que te lo digo desde el cariño y yo procuraba no abusar. De hecho yo era de las que, «ay, Isra, perdona que te moleste», pero bueno, decía esto realmente así no está bien. Y cuando lo dijo no me sorprendió lo más mínimo, ni me enfadé, ni nada, porque pensé, es que tiene toda la lógica del mundo. Y en el caso de mi membresía yo se lo transmito a la gente. Entiendo que 49 euros puede suponer para una membresía, si uno lo compara con una membresía de 10 euros, o con una de un euro, obviamente es dinero, pero no vale un soporte ilimitado de psicología. No, no vale eso. Y cualquiera que haya ido a un psicólogo y que sepa lo que vale una consulta lo sabe y es consciente. Entonces yo trato de transmitírselo a mi cliente, y también sobretodo de poner en perspectiva cómo serían las cosas si todo el mundo hiciera algo. Entonces yo digo, vale, pues somos doscientos. Si todo el mundo me mandara un audio de cinco minutos, dos veces por semana, no voy a echar las cuentas ahora porque yo soy de letras, pero serían horas y horas mías escuchando audio, entonces no tiene sentido y la gente así lo entiende muy bien. Yo intento siempre que no se quede ninguna pregunta sin responder. Yo les doy un formulario y luego lo respondemos en una sesión en vivo que tenemos. Y las sesiones, quien haya estado lo sabe, me quedo dos horas y las que hagan falta hasta que contesto las dudas que hay, y si alguna duda se traspapela la contesto individualmente. Y luego dejo claro lo que eso es y lo que no es. Una cosa es contestar dudas y otra cosa es darte soporte individualizado que por este precio es inviable y no es sostenible. Y la gente lo entiende bien. Entonces yo creo que el primero que tiene que tener claro los límites, perdona si me estoy extendiendo con esto, pero realmente me parece que es un tema. 

Michel Toumi: Es un tema importante. 

Marina Díaz: Sí, es un tema muy importante y es un tema en el que mucha gente se cava su propia tumba, porque lanzas equis, soporte ilimitado, bla bla bla, y luego te encuentras con que la cosa empieza a crecer, con que no sabes cómo quitarlo… Porque, si tú desde el principio dices cómo son las cosas, la gente lo entiende perfectamente. Ahora bien, si tú das algo, luego lo quitas, eso ya hace menos gracia. Entonces, yo creo que es súper importante que también tú le des un valor a lo que haces, y que digas no voy a dar soporte por este precio. Si te lo doy, lo voy a dar, pero más caro. Y una vez que tú estás convencido con eso, y que lo tienes claro y que saben lo que estás haciendo, transmitirlo a tus clientes es relativamente fácil. 

Michel Toumi: Claro al final ya no es una cuestión de precio. Es una cuestión de tu límite temporal para poder atender a todos los clientes que tienes en curso, pero también a todos los suscriptores y a los clientes que tuvisteis en el pasado, que también te escribirán y querrán saber de ti o te harán preguntas. De hecho, en ese sentido, una vez decidiste poner freno al aluvión de correos que recibes. Es normal, llevas mucho tiempo escribiendo, y diferenciar un poco los que ya son clientes de los que no lo son. Incluso tenías publicada una política de mail para poner orden en todo ese flujo de correos que te llegan. Cuéntanos un poco cómo lo gestionas y también si la gente te hace caso, o no. 

Marina Díaz: En general, sí. En general, a ver me hace caso [risas]. Suena como a la profe, ¿no? En general la gente lo entiende y lo respeta. Yo lo que tengo puesta es la política de mail, es que el tiempo que yo dedico a un mail individual no se lo puedo dedicar a otras cosas que beneficiarían a muchas otras personas y que entonces no tiene sentido, por lo menos ahora mismo. Yo conozco a gente extremadamente famosa, por ejemplo, hay un emprendedor y escritor de Estados Unidos que se llama Derek Sivers, que él contesta personalmente a todos los correos que recibe y además contesta bien, yo le he escrito y te manda una respuesta, no es una respuesta de copia y pega. Ahora bien, también es cierto que yo le escribí dos veces, al primero, me contestó una respuesta muy larga, y la del segundo ya fue más corta. O sea que incluso él debe de tener alguna manera de establecer esos límites, aunque sea de forma implícita. Pero bueno, que cada uno elija. Él dice abiertamente que le gusta responder a esos mail, que pasa horas y horas. También es verdad que ahora ya no trabaja, vive de otras cosas, y yo todavía me tengo que ganar el pan de otra manera. Y llega un punto en que dejo de disfrutarlo. Llega a un punto en que se convierte en una carga. En ese sentido lo expliqué así la mayoría de la gente lo entiende. Sobre todo es una cuestión de cómo gestionas tú las expectativas para que la persona no se sienta decepcionada. E insisto, al final, pues las personas lo entienden en general. No sé si has respondido a toda la pregunta o si se me ha quedado algo en el tintero, porque creo que me he ido un poco por las ramas [risas]. 

Michel Toumi: No solamente es el correo, también es la respuesta a las dudas que la gente te pone en las formaciones. He visto que algunos profesionales a lo mejor publican algo en un blog o en una formación. La gente quiere interaccionar con la persona que ha escrito a través de esa página, pero queda sin respuesta. A lo mejor los correos directos sí que los contestan, pero el resto de intentos de comunicación, pues quedan ahí en el aire. Y creo que eso al final causa mucha insatisfacción. 

Marina Díaz: Claro, yo en ese sentido en Reescríbete, que es el curso que tengo siempre, hay cursos que voy lanzando y tienen otros sistemas de soporte, pero bueno, Reescríbete es un curso que tú puedes hacer a tu ritmo, y me puedes mandar mails o puedes escribir comentarios. Entonces, mi política ahí es que yo respondo todo lo que sea una pregunta, ¿no? En ese sentido, si es una pregunta de «Marina, esto no lo entiendo», yo eso obviamente lo respondo. Lo que no respondo son todos los comentarios, porque son muchos comentarios, no te sé decir cuántos, pero dependiendo de la época pueden ser a lo mejor 4 o 5 comentarios al día, que son muchos comentarios para contestar, sobre todo si lo sumas a todo el resto de cosas que puedo hacer yo a lo largo del día. Entonces, yo eso lo dejo claro. E incluso si veo a alguien que tiene dudas, no hay alguien que te dice «este ejercicio me ha costado mucho», pero no te dice luego ¿qué hago?, pues yo le digo oye, si tienes una duda concreta dímela, intento echarte un cable, si no, asumo que estás bien. Porque también te digo una cosa, muchas veces y sobre todo en el tipo de cosas que yo enseño, el hecho de ponerse a analizarlo todo racionalmente puede ser un problema, porque el tipo de terapia que yo hago es muy experiencial y el tipo de cosas que yo muestro, que yo comparto, son muy de entenderlas a través de la experiencia y no tanto del lenguaje. El lenguaje, de hecho, puede ser un problema. Entonces, yo también creo que en muchas ocasiones enzarzarse en discusiones súper largas sobre un concepto, podría ser contraproducente. De hecho, a veces las corto, y les digo «bueno, trata de seguir, y si llegado a tal punto sigues sin aclararte, me lo dices», porque considero que es mejor que la persona continúe experimentando el curso y no sólo debatiendo sobre sobre eso. 

Michel Toumi: Muchas personas se sienten agobiadas porque tienen que hacer muchas cosas, a lo largo del día, y creen que no hay solución ni tiempo para organizarse mejor. Pero sí la hay. Como dijiste en uno de tus correos, la respuesta está en pararse a pensar. 

Marina Díaz: Sí. Sí, a ver, muchas veces, sobre todo con el tema de la organización, nos dejamos llevar tanto por por el día a día y por el «venga, venga, venga, vamos, vamos, vamos», por apagar fuegos, que no nos alejamos para ver si estamos yendo en la dirección correcta o si hay decisiones que podríamos tomar a un nivel más elevado que nos solucionarían esos problemas. Una metáfora que a mí me gusta mucho es que si tú estás delante de una máquina de estas de pelotas de tenis, que te tira pelota y estás con la raqueta devolviendo pelotas, tienes que encontrar el momento de pararte un momento y ver si realmente esa máquina tendría que estar encendida o si la puedes apagar. Por ejemplo, siguiendo un poco con el tema de los mails, si estás todo el día contestando mails no te puedes parar a pensar, «esto tiene sentido dentro de mi estrategia de negocio, esto es algo que yo quiera seguir haciendo. Puedo tomar una medida para cerrar el grifo, no ya para para estar achicando agua todo el día». Entonces, en ese sentido, yo creo que pararse y tener espacio de reflexión es súper importante, es el equivalente a afilar el hacha si tú tienes que cortar un montón de árboles. Lo decía, creo que era Benjamin Franklin, que estaba todo el día soltando frases lapidarias, que si tuviera seis horas para cortar un bosque pasaría las cuatro primeras afilando el hacha. Y creo que esto es básico. 

Michel Toumi: ¿Sobre qué nos escribirás este año 2021? ¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos? 

Marina Díaz: [Ahora mismo, este año yo creo que va a ir sobre todo a consolidar la membresía que tengo, el club del cambio que se lanzó en noviembre de 2020, y me parece un proyecto súper bonito. La gente está muy contenta. Obviamente todavía hay cositas que pulir y que mejorar. Entonces yo creo que me dedicaré a eso, porque la verdad es que es un modelo que me gusta mucho, no sólo desde el punto de vista de estrategia de negocio, sino también es algo que disfruto porque me permite cada mes explorar un tema distinto. Es muy creativo y me gusta mucho. Entonces yo creo que sobretodo me voy a dedicar a eso, y luego dependiendo del tiempo que me deje eso, pues me gustaría también darle un repaso a cosas que ya tengo hechas. No creo que cree nada extremadamente nuevo, creo que si hago algo va a ser sobretodo mejorar cosas que ya tengo. 

Michel Toumi: Y además, como comentabas antes, posiblemente saques una novela este año. 

Marina Díaz: Sí, bueno, no creo que la saque este año, porque esta novela sí que me gustaría publicarla con una editorial y yo sé que ese tipo de cosas van más despacio de lo que nos gustarían. Entre que la termino, la edito e intento venderla, y si se vende queda publicarla. Dudo extremadamente que llegue a 2021, pero bueno, sí que quiero terminarla. Estoy ya a punto de terminar la edición del segundo borrador y poder mandarla a los beta lectores. Después de eso a ver qué pasa con ella. 

Michel Toumi: Llevamos casi una hora hablando con la Marina escritora. Para quien quiera leerte, saber más de ti y conocer mejor tu trabajo, recuérdanos Marina dónde podemos encontrarte.

Marina Díaz: Me pueden encontrar en mi blog, en psicosupervivencia.com. Básicamente ahí, porque como tú muy bien has dicho no estoy en redes sociales, sólo estoy ahí, Ahí está todo, ahí centralizo toda mi comunicación. 

Michel Toumi: Muchas gracias, Marina. Ha sido un placer tenerte en el programa. Mucha tinta para todos esos proyectos y para tus correos, que seguiremos leyendo a diario. 

Marina Díaz: Muchas gracias a ti, Michel. Ha sido un placer. He disfrutado mucho de la entrevista.


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