Podcast. Episodio 020. Entrevista a María Godoy, copywriter y transcreadora

Programa emitido el 25/06/2021


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Introducción

La transcreación es una disciplina a caballo entre la traducción y el copywriting.

Sobre esta apasionante profesión hablaremos con María Godoy, copywriter y transcreadora, con más de 8 años de experiencia recreando al español textos del inglés.

Entre otras muchas cosas, María nos contará:

  • Por qué la transcreación es mucho más que traducir textos.
  • El riguroso trabajo (y varios pares de ojos) que hay detrás de cada transcreación, y cómo el contacto con el error y el trabajo en equipo te hace ser mejor profesional.
  • Por qué la madre de María tiene razón cuando dice que «hay que ser muy abogado» para dedicarse a la traducción creativa.
  • Qué factores, ajenos al propio texto y al idioma, son críticos para hacer una buena transcreación.
  • Por qué un traductor creativo puede odiar las Olimpiadas (o lo que tiene trabajar con clientes que comunican las 24 horas en un mundo global).
  • Qué debes tener en cuenta, y por dónde puedes empezar, si quieres dedicarte a la transcreación.


Referencias citadas

Personas

Escuelas de formación

Campañas y páginas

  • La del iphone 12: En EE. UU. | España | América Latina (junio 2021)
    Nota: la primera vez que leí estas páginas en las versiones de cada país (México, Chile, Colombia…), había algunas diferencias regionales. En la segunda visita, todos los países americanos compartían los mismos textos de la versión genérica de Latinoamérica.
  • La de Apple sobre privacidad (mayo 2021)

Libros

  • Palabras mayores. 199 recetas infalibles para expresarse bien, de Alberto Gómez, Jorge de Buen, Antonio Martín y Xosé Maria Castro (TTL) (Am*)
  • Ortotipografía para diseñadores, de Raquel Marín (TTL) (Am*)

* (ver las notas al pie)


Para saber más de María Godoy

  • Web: srtared.es
  • Linkedin
  • Entrevista: Transcreación, trabajar con agencias y las diferencias del copywriting en español e inglés, en The Conversion Show, con Javi Pastor (enero 2017).


Transcripción de la entrevista

Despliega el texto

Michel Toumi: Buenos días, María. Bienvenida y gracias por dejar asomarnos a lo que hay detrás del teclado. 

María Godoy: Hola, ¿qué tal? Encantada de estar aquí. La verdad es que me parece una oportunidad perfecta, siempre estamos en el lío, y es muy interesante detenerse a reflexionar sobre lo que uno hace cada día. Encantadísima de estar aquí contigo. Muchas gracias por invitarme.

Michel Toumi: María, te dedicas a una disciplina que está a caballo entre la traducción y el copywriting: la traducción creativa o transcreación. ¿Cómo le explicarías a alguien que no conoce este término en qué consiste tu trabajo? 

María Godoy: La pregunta del millón. Me parece una pregunta súper acertada porque hay matices que hay que dar para entenderlo. Incluso dentro del sector siempre estamos intentando dar con la definición perfecta. A primera vista se podría decir que la transcreación es la unión de las palabras traducción y creación. Lo interesante de la transcreación, y quizá uno de sus rasgos más definitorios, es que está muy ligada a la publicidad y el marketing. Es cierto que en otro tipo de organizaciones se utiliza la transcreación, pero básicamente es adaptar la publicidad. Esto que parece muy fácil es un poco más complejo de lo que parece, porque al final la publicidad está muy ligada con la emoción y la persuasión. A veces las palabras no tienen una equivalencia directa. No sólo tienes que estudiarlas en sí mismas, sino, pensar qué es lo que quiere comunicar una marca. 

Digamos que, si hay un límite en la transcreación, no es tanto lo que dice el idioma de origen, sino lo que dice el briefing. Eso es lo que en realidad tiene mucho en común con el propio copywriting. Los límites de la transacción no son el idioma de origen, sino los propios objetivos de la marca. 

¿Y cuál es el objetivo de la transcreación? Recrear en el idioma propio el efecto que se pretendía con el texto. ¿Qué pasa? Eso no es tan fácil, porque ya no es sólo lo que se pretenda comunicar, sino también que suene bien y que la parte funcional y estética vayan de la mano. Cosas a tener en cuenta: por ejemplo, la longitud de las palabras. Un eslogan puede funcionar súper bien en inglés, de manera que en dos palabras pueden conseguir agrupar un montón de significado, mientras que en España necesitaríamos muchísimas más palabras. Porque además del español es más largo por naturaleza. Entonces, ahí está el juego de ver hasta dónde puede llegar cuando no está siendo fiel al mensaje, cuando sí, o cuando estás encajando con lo que quiere la marca para un mercado en concreto. Básicamente es reflejar un mensaje de un idioma a otro para que en el idioma de destino se refleje el efecto que se pretendía. No sé si me he líado mucho [risas].

Michel Toumi: Ha quedado claro. Además quería poner un ejemplo, por si alguien quiere trastear en el ordenador y ver un mismo texto escrito en diferentes idiomas. Quería poner como ejemplo Apple, una excelente candidata. Me extenderé un poquito y luego comentamos. Entré en la página del iPhone 12 de Estados Unidos, de algunos países de Latinoamérica y también de España. Ahí se aprecian bien las diferencias y las dificultades. Incluso alguna licencia creativa que toma cada profesional. Para empezar, el título o el eslogan ya es bastante intraducible el inglés, eran tres palabras: «Blast past fast». En Latinoamérica han respetado la secuencia de tres palabras no literales y con puntuación, que en inglés no había, ellos han optado por «Súper. Mega. Rápido», mientras que en España es una frase «Más allá de la velocidad». Todas inciden en la rapidez, pero desde diferentes ángulos. 

Luego en el primer párrafo, bajo el titular, que es el principal y acompaña a la descripción del producto, ves diferencias por cuestiones que son ajenas al texto y que tienen que ver con el briefing que comentabas. Por ejemplo, en España se habla de tecnología 5G, en el resto del mundo no, o en inglés no se habla del modo noche y en las versiones en español sí. Luego están esas licencias idiomáticas de cada profesional, por ejemplo, en el original en inglés, se decía que el iPhone tenía dos tamaños, en América lo han traducido como ‘’dos tamaños perfectos’’, mientras que en España ponen ‘’Y dos tamaños: ideal y perfecto’’ lo que es un matiz bastante diferenciador. No es exactamente igual al original. Imagino que hay cuestiones, como decías, que están claramente identificadas en el briefing, el guion de lo que hay que escribir para cada mercado. Pero luego está esa creatividad, ese punto que pone cada profesional en el texto y que lo hace diferente. 

María Godoy: Claro. Bueno, para empezar hay que decir que Apple es el espejo en el que nos miramos en esta profesión. No sé si mis compañeros compartirán eso, pero está claro que ese tipo de adaptaciones son muy buenas. Al ser un equipo que se retroalimenta tanto, son capaces de llegar y exprimir cada palabra. Qué increíble lo de «Ideal y perfecto». Empiezas a analizar las palabras una a una y hay muchos matices que parece que son subconscientes, pero tú sabes hacer la diferenciación, a pesar de que hay cierta ambigüedad con la que te meten en el juego para pensar cuál es el mejor. Me gusta mucho que eligieras este ejemplo. 

Bueno, para hablar un poco de cuándo empezó todo, cuando todavía no sabía ni cómo formarme, ni cómo empezar, yo iba a la página Apple y hacía este ejercicio que tú acabas de hacer para ver cuál era la diferencia y qué se suponía que yo tenía que hacer como traductora, transcreadora, o lo que fuera en ese momento, que era como un híbrido de «no sé qué quiero hacer, pero lo quiero hacer». Jugar a identificar esas diferencias. Yo miraba sólo español, pero comparaba todos los textos del inglés. Me parece que Apple quizá sea una empresa muy grande, que tiene esa capacidad de investigación y de contar con un equipo que vaya tan al grano en el tema de la transcreación, pero también con la investigación previa. No siempre se tiene la suerte de tener tanta información que te guíe hacia dónde va el mercado en concreto, en este caso sí. Además, es el típico ejemplo de ‘’Un gran poder conlleva una gran responsabilidad’’ porque quizás llegar a la conclusión de «Ideal y perfecto» parece muy sencillo, en realidad es la clave, y es maravilloso que hayan encontrado tres palabras que lo dicen todo, pero eso lleva un trabajo de justificación detrás probablemente de mucho tiempo. Convencer al cliente de por qué, si son equipos idénticos por qué «ideal y perfecto», para eso sí tienes que tener muchísimos argumentos para que quede claro y cristalino que eso va a funcionar. 

Michel Toumi: Porque a veces os toca justificar incluso esos giros idiomáticos que tienen que ver un poco más con el estilo.

María Godoy: Claro.

Michel Toumi: Por ejemplo este caso, que se ha desviado de los compañeros de Latinoamérica, que se ciñeron mucho más al inglés original. En el caso español, ha introducido esa variante, ahí el profesional habrá tenido que justificar por qué ha tomado esa decisión. 

María Godoy: Exacto. No es que pasa a veces, pasa siempre que tienes que traducir algo intraducible, lo cual también es un reto a nivel diario. A lo mejor en este caso no, pero hay palabras que no tienen un equivalente directo y es difícil transmitir exactamente al inglés qué significan. Tenemos que proporcionar una back translation, determinar lo que significa, y luego una serie de argumentos en el que explicamos, por ejemplo, la diferencia entre ‘’ideal’’ y ‘’perfecto’’, y cómo eso se va a percibir. En este caso, son palabras que no necesariamente son de la variante española 100%. Pero, por ejemplo, yo que soy de Málaga, si creo campañas que utilizan una expresión muy de Málaga, o empresas que son muy de Madrid, tú tienes que justificar eso. Por ejemplo, podría ser el caso de Netflix. Netflix lanza una campaña global, pero luego decide hacer campaña en cada ciudad. A lo mejor en Málaga funciona una frase y en Madrid otra, es como una microtranscreación con micro localización, en ese caso. 

Básicamente «hay que ser muy abogado», como diría mi madre, tener muchas leyes para poder entenderlo. Eso también hace que te mantengas despierto y saber que no todo se queda en el plano estético de una expresión, sino que esa expresión tiene que tener su peso y su contenido para funcionar. 

Michel Toumi: Has mencionado un término que también está ligado a la transcreación, la localización. Es muy importante, ¿no? También has mencionado en algún escrito tuyo que he leído, que también hay que conocer mucho la cultura, tanto de origen, pero también como destino, por lo que estás comentando. 

María Godoy: Exacto. Los límites entre esas líneas son un poco difusos.Yo antes decía que el límite de la transcreación es el briefing. Quizá para el inglés, en el caso de transmitirla al español no importa tanto, aunque sí es muy importante, pero no importa tanto. Sin embargo, la localización sí es importante en el texto de origen, lo que pasa es que se tiene que adaptar para que tenga relevancia en el mercado destino.

Michel Toumi: Has mencionado antes que en tus inicios mirabas los textos de Apple, como muchos profesionales. Cuéntanos cómo te iniciaste en este mundo. Porque tú empezaste estudiando turismo, ¿cómo acabaste en el campo del copywriting y la transcreación?

María Godoy: A mí siempre me ha gustado el inglés. Yo soy la típica que le encantan los libros de aprender inglés. Me los copio y algunos no los hago, pero los tengo allí en mi casa porque me encantan. Estuve muchísimos años yendo a clases de inglés sólo porque me encanta. Era la típica que traducía canciones… una friki. Primero lo intenté con filología inglesa, y lo vi demasiado, en plan Me gusta, pero no tanto [risas]. Así que me metí en turismo porque parecía como que había más idioma. Al final, fue una carrera muy generalista, pero tuve la suerte de que en el último cuatrimestre de la carrera, porque me dije Esto lo termino aunque no me convenza, ahí vi marketing. Dije, me considero una persona súper, híper comunicativa, esto me gusta. Me despertó algo que tenía dentro. Al año siguiente me metí, y como tenía algunas asignaturas fue todo súper rápido. Empecé primero por las redes sociales porque me encanta, me sigue gustando todo el tema de comunicarte. Justo empezaba el auge de Facebook, Twitter,  y eso me resultaba fascinante. Además veía un buen equilibrio entre que se me da bien escribir y ese tipo de cosas tienen cierta demanda… Empecé por ahí, comencé a contactar con alguna agencia, luego una empresa y así. Entre en un coworking, donde todo el mundo era autónomo. Es decir, yo estaba trabajando en una empresa y en ese coworking. Conocí a mi compañera Carmen Moya, que si me escucha, le mando un beso así como en la tele [risas]. Carmen es un referente y fue la persona con la que yo vi que existía esto. 

Al principio tímidamente, porque uno siempre se acerca a cosas que nos interesan de forma humilde. Si bien yo tenía la carrera de publicidad, tenía muy claro que traducir no era tan fácil como parecía. Una construcción que se suele tener es de «Ah, traduce cualquiera». Traducir es una profesión compleja que requiere muchísima atención, muchísimo movimiento y formarse continuamente. Yo decidí, por supuesto, tomar el camino sin llegar a hacer la carrera, pero formarme con todo lo que estuviera en mis manos. En traducción hice un curso de un año en Cálamo y Cran, que lo recomiendo. Y mientras yo intentaba ver casos reales, como te decía, en plan de buscar qué agencias hacían lo mismo. Al final es allí es donde puedes ver las diferencias. 

Empecé a ponerme en contacto con posibles clientes directos y  con agencias y la cosa empezó bien. Yo lo compatibilizaba con servicios de community manager y también de copy, pero todos los trabajos, en comparación con ahora, eran bastante menores. Pero también estaba el sueño de trabajar con grandes marcas, el cual es un sueño que tengo desde siempre. Volviendo a un flashback, cuando yo hacía la carrera decían que para trabajar con grandes marcas la única solución era irse a Madrid, meterse dentro de la gente, eso me parecía fascinante. Pero ahora, con un poco de distancia, veo que había otro camino para llegar a eso. 

A raíz de contactar clientes y agencias, poco a poco el volumen fue creciendo. Y digamos que si tuviera que marcar un punto de inflexión, fue en el cumpleaños de mi padre un sábado por la noche, estaba detenida mirando el teléfono por si me escribía alguien, me contactó una agencia sobre un proyecto de inteligencia artificial, un chatbot en una marca súper importante y me lancé. Ahí empezó todo. Una cosa tras de otra. Aprendí muchísimo en ese proyecto, también me equivoqué muchísimo. A veces pienso y digo, qué increíble la suerte que tengo, porque sí, evidentemente hay días malos, pero mi trabajo en una parte muy importante de mi vida, porque de verdad me encanta, aunque hay días en que no sé. No me gustaría dar una visión ideal de esto, pero es un buen trabajo y es divertido. 

Michel Toumi: Para preparar esta entrevista, he escuchado una muy completa que te hizo Javi Pastor hace cuatro años y que dejaremos en las notas del programa. En ella dabas unas cuantas pinceladas sobre lo que es la transcreación. Ahora han pasado cuatro años, y eso en nuestra profesión es un periodo amplísimo, en la tuya viene a ser más o menos la mitad del tiempo que llevas como profesional independiente bajo tu marca, Señorita Red. ¿Qué ha cambiado para ti en estos cuatro años, y qué crees que ha cambiado en la profesión? 

María Godoy: Qué buena pregunta. Bueno, pues a ver, creo que si tuviera que hablar sobre de cambios, tendría que decir que he tocado mucho contenido nuevo. Porque uno puede especializarse en muchas cosas, pero hay tantos tipos de contenido en este mundo, y no me refiero sólo a la transcreación, sino también al copywriting. Muchas veces aprendes por ensayo y error. Evidentemente, te puedes ir formando, por ejemplo, en interfaz de usuario o cómo tiene que ser la frase en un chatbot. Básicamente, para mí, el hecho de aprender que nuevas marcas, no son tan idílicas como pueda parecer, sino que cuando el cliente es más grande, la ciudad es más grande, los tiempos más cortos, la revisión es más dura, pero luego la satisfacción también es grande. Digamos, que hay un equilibrio entre hacer algo que tiene mucha visibilidad y coger proyectos que no son tan grandes, pero que también te hacen disfrutar mucho. 

Para mí, el hecho de mantener clientes que tengo desde hace cuatro o cinco años, es un logro. No sólo porque el cliente siga confiando en mí, sino que gracias a mi trabajo y el de mis compañeros, que pueden ser 25 personas como yo, en otras variantes de otro idioma, conseguimos que la gente también conserve su cliente. Eso me parece un logro compartido con toda la gente con la que he trabajado. Quizá cuatro años dan para ver más agencia con más clientes, cómo piensan, el feedback que te dan, qué es lo que quieren, qué es lo que no quieren. Sí que he observado, por ejemplo, que más clientes de lo que parece, prefieren que tú les des una adaptación muy parecida al inglés, que cosas demasiado nuevas. Pienso que es comprensible porque, al final, ponen el mensaje que han creado en manos de de lingüistas, y en un proceso de confianza. Por eso te decía que el tema de argumentar todo lo que hacemos es importante, porque ellos necesitan saber que estamos haciendo algo que va a funcionar. No vas a utilizar una palabra que sea malsonante, ni que tenga una consecuencia negativa para la marca, ni que tenga una crisis de reputación, porque las cosas se pueden ir de madre fácilmente por una mala campaña. 

Y sobre todo, poder desarrollar un criterio, supongo que eso es lo que nos da la trayectoria o el aprendizaje de año a año. Ver más cosas significa saber lo que hay que descartar, lo que es una mala idea. Ese tipo de aprendizaje no es tan visible, pero para mí, a nivel interno, es importante.

Michel Toumi: ¿Trabajas con agencias principalmente o también con clientes finales?

María Godoy: Sobre todo con agencias. Sí que empiezo a abrir un poco el abanico hacia clientes finales, pero por suerte, he desarrollado una relación con una agencia en la que me siento muy cómoda. Me gusta mucho el hecho de que haya un problem manager que te facilita mucho las cosas, no tienes que lidiar mucho con el cliente final, aunque si ese cliente te manda feedback, lo recibes igualmente. Pero para mí es muy importante su apoyo y también, es otra forma de trabajar en comparación a como lo hacía antes de dedicarme a la transcreación. Mi idea es continuar.

Michel Toumi: Hace poco estuvo en el programa Diana Rivero, una copywriter bilingüe que ha trabajado siempre en agencias hasta que hace poco ha dado el salto para trabajar en exclusiva para una empresa. Ella nos decía que animaba a sus colegas a que exploraran la vida fuera de las agencias. ¿Te han ofrecido o te has planteado trabajar en exclusiva para una empresa? 

María Godoy: Entiendo lo que dice Diana, eso también tiene bastantes ventajas. Por ahora, las cosas están bien así. Si algún día llega una oportunidad, por supuesto, me lo pensaré. Me he acostumbrado a organizarme así, poder decir que sí o que no. Por ahora voy a seguir así, pero nunca he cerrado esa puerta. De hecho, tengo algunos clientes directos, pero son menos que los que pasan por la agencia.

Michel Toumi: Vamos a ir hablando de cómo organizas el trabajo en un proyecto en el que en algún momento trabajan varios copywriters, uno al menos en lengua nativa. ¿Tienes trato directo con el copywriter nativo? ¿Has participado alguna vez desde el inicio en un proyecto conjuntamente con colegas de otros idiomas? 

María Godoy: El original, que es el inglés, del cual generalmente parte todo, rara vez, por no decir una o dos veces en lo que llevo en este es que he tenido contacto. Como mucho, una llamada en la que ellos explican qué es lo que pretendían, pedimos matiz y tal. Pero lo normal no es tener contactos con mis colegas. Te llega la información, te llega el briefing, si tienes dudas, preguntas y los product managers se encargan de preguntar bien sea a la agencia, al profesional, a la marca o al cliente. Entonces, por ese lado, no.

Lo que sí me piden muchas veces es la viabilidad de una adaptación. Por ejemplo, una marca tiene una campaña en mente y te pregunta si el eslogan que han pensado tendría posibilidades de adaptarse con facilidad, y por lo menos de funcionar en cierto lado. Tú tienes que ver posibles vías, aunque no tengas que decir exactamente cómo lo harías todavía, eso es un paso posterior. Pero tienes que decir hasta qué punto se puede trasvasar a un mercado sin perder significado. Y lo que hablábamos antes sobre la parte más estética, la musicalidad… A lo mejor la palabra en concreto tiene una traducción un poco dudosa, ahora no se me ocurre ningún ejemplo, pero hay palabras que en inglés suenan fenomenal y en español da la casualidad de que ese término no funciona. Entonces ese ejercicio me parece muy interesante, y ojalá lo hicieran más, porque muchas veces nos llegan un eslogan que tú dices ¿Por dónde cojo esto? Porque si el cliente a lo mejor pretende estar más cerca del inglés, tú tienes que irte por los cerros de Úbeda para que algo funcione. Es complejo. Pero lo que sí hago a veces es que me pasan, por ejemplo, un eslogan de marca y yo tengo que crear un artículo a partir de ese eslogan. Y tú dirás Bueno, en realidad no es creación pura, pero es que te dan un concepto de tres líneas, tienes que desarrollar un artículo de 400 palabras, que no sea tan artículo de contenido de blogs, aunque vaya para un blog, sino que sea más inspiracional, que todo gire en torno a ese eslogan de campaña, muy condensado y poético, si la marca es poética…  Para mí también es complejo. Pero bueno, quizá es allí cuando me siento más copy en las cosas que hago.

Michel Toumi: Me parece interesante eso que has dicho, que te preguntan si el eslogan original en inglés se puede llegar a traducir al mercado español. Si la respuesta es no, ¿cambian el original en inglés o te dicen para crear uno nuevo?

María Godoy: Por lo general siempre hay forma. Además, uno se lo toma como una misión personal de ¡Esto lo tengo que conseguir! Pero, cuando el caso es muy evidente, eso lo preguntan en una fase en la que tienen varias opciones y quieren saber si elegir una u otra y los pros y contras. A lo mejor es una marca súper grande y pueden permitirse ese servicio. No siempre es así, a veces es «Esto es lo que hay». 

Michel Toumi: ¿En tu trabajo presentas diferentes opciones para que elijan la que mejor les encaje o reduces al máximo las opciones de poder escoger?

María Godoy: Siempre tienes que proponer mínimo dos opciones. Al final siempre intentas, como tú dices, reducirla al máximo para presentar sólo cosas muy buenas. El tema de los sinónimos es bastante importante. Tienes una palabra en inglés que tienes que traducir al español, y a lo mejor no tiene sinónimo o sólo tiene uno. Entonces, claro, no hay mucho margen de cambio. Dentro de la estructura se pueden hacer un montón de cosas, pero hay ocasiones en las que no hay tanto margen de mejora, sobre todo si conoces al cliente y sabes que no quiere algo demasiado creativo, quiere lo más cercano, porque eso implica menos riesgos. 

Michel Toumi: Es habitual quejarnos de los tiempos que manejan las agencias. Me acuerdo hace poco con un posible cliente, cuando le pregunté por los plazos, me dijo ‘’Son plazos de agencia’’, como diciendo Esto es de hoy para ayer. ¿Por qué crees que las agencias van a la carrera? ¿Por competencia con otras? ¿Porque está asumido que tiene que ser así? Porque a veces, lo comentabas en la entrevista con Pastor, esas prisas implican un trabajo que puede ser de peor calidad.

María Godoy: Totalmente. Ese es el pan de cada día, y es una pena, porque a todos nos gustaría tener por lo menos un poco de más tiempo y desde luego hay que pelear por eso. Evidentemente sabes que no tienes mucho tiempo, pero estamos hablando de rascar un par de horas, no estamos hablando de que me des un día entero. O por lo menos, que el fin de semana no tenga que trabajar. Pero también creo que es una mezcla de todo. Es verdad que es un mundo bastante competitivo, y hablo de nuestro mundo. La agencia funciona con sus recursos. Al final, ellos están en contacto con el cliente, y si el tiempo es una variable importante para el cliente, ellos lo van a ofrecer y van a intentar que tú lo tengas lo antes posible. Tú me preguntabas antes sobre qué llega con cuatro años más de experiencia, llega el saber cuándo es una locura y cuándo no. No debes hacer un encargo que tenga muy poco tiempo. Por ejemplo, hay ciertas marcas que trabajan con campeonatos deportivos, como las Olimpiadas, y te piden que entregues algo a las 5 de la mañana. Que si ellos te dan el briefing a las 5, a las 6 lo entregas. Diría que es una lucha que se debe mantener. Y por ejemplo, te comentaba la importancia de los product managers, un buen product manager también te protege en ese sentido, si necesitas tiempo para ti, si te puede dar una extensión. Tú vas desarrollando una relación de confianza. Yo tengo cierto product manager, si trabajo muy fluido y veo que no llego, ellos encantados me dan un poco más de tiempo. Es un aprendizaje continuo. Hay veces que te vas a pasar y te va a sobrar tiempo y otras veces vas a llegar al filo de tu deadline. Es un tema, pero al final sale todo.

Michel Toumi: Las carreras generan estrés y tú además, como profesional independiente, habrás tenido que lidiar, en ocasiones, con varias cuentas diferentes a la vez, aunque sea con proyectos pequeños. ¿Cómo lo gestionas y cómo evitas la temida sensación de estar quemada y de no poder llegar a todo?

María Godoy: Creo que todos estamos en ello todavía por lo que te decía del equilibrio. Al final, es saber cuándo decir que no, hay veces que dices que sí y luego te das cuenta de que no tienes casi tiempo. Yo leo muy bien el correo, miro muy bien mi agenda, esto lo puedo trabajar o no. Y el equilibrio entre mis clientes de siempre a los que no les puedo decir no, porque tú eres la designada para hacerlo. Es un juego continuo de ¿Crees que esta persona suele darte tiempo, te lo podrá dar o no? Decirle Mira, no. Eso es ya el último recurso. Entonces, creo que lo importante es descansar los fines de semana por lo menos. Yo al principio, evidentemente, todo proyecto que me llegaba decía que sí. Es un error común en este mundo, ver que tienes trabajo, lo aceptas todo, y luego llega un punto que dices Eh, esto no es lo que yo quería, no es el trabajo de calidad que yo tengo que hacer. Decir que no es bastante responsable. 

Respecto a lo de trabajar en diferentes cuentas, a mí particularmente me encanta cambiar de tema. Para mí no es un peso, me mola no estar todo el día trabajando con una misma cuenta, al día tengo como 15 microtareas de cosas diferentes. Puede ser una edición, un post, una transcreación, una adaptación de eslogan. En mi caso, el cambiar de tema es positivo.

Michel Toumi: ¿Qué otro error profesional te ha enseñado a ser mejor traductora creativa?

María Godoy: No es que haya un error específico, sino el hecho de estar continuamente en contacto con un editor. Eso no lo hemos comentado, pero siempre si eres la persona que hace una adaptación, una transcreación en concreto, o traduces, siempre tienes un revisor o un editor. Entonces, si no te dicen nada, generalmente es que todo está bien. Pero cuando recibes el feedback del revisor o del cliente, hay cosas que mejorar. Hay cuentas en las que estás muy en contacto con esa persona, y yo lo agradezco mucho, porque al final siempre estás mejorando, te pueden decir, Esa palabra no lo usa el cliente, cámbiala así, etc. Es duro estar en contacto con el error, pero te hace más fuerte. Hay muchos controles de calidad. Si a lo mejor has trabajado en una cuenta durante un mes, te hacen un pequeño análisis de 1000 palabras. A veces se sacan cosas que puedes rebatir. Pero al final sí que puedes tomar nota para mejorar contigo mismo. 

Michel Toumi: María, tú has estado en ambos lados. A veces, por tu trabajo, te toca ser también editora. Debe ser curioso, ahora me pongo en el papel, digamos, entre comillas, de mala, de revisora. Eso al final también te hace crecer como profesional. 

María Godoy: Claro. Más que mala, a mí me gusta verlo como equipo. Muchas veces estamos muy aislados, no conoces a la persona que te edita porque no necesariamente debe ser siempre la misma. Pero cuando tienes una en la que tú eres la persona que traduce o la persona que edita, algunas agencias están abiertas a la posibilidad de presentarte a esta persona. Porque al final ella puede ganar, hay agencias que quieren controlarlo, que estén en contacto para ver dónde está el error, y otras que consideran interesante que se construya una relación para que se mejore. Yo soy partidaria de lo segundo porque he conocido a grandes compañeras. Creo que es mucho más fácil pensar en ese tema como una forma de ofrecer lo mejor al cliente. Porque al final, cuando tienes que expresar un concepto, una idea, y no me refiero exclusivamente a la transcreación, sino también a copy, tú no vas a usar las mismas palabras que yo. 

Entonces, cuando yo soy la que revisa, hay dos cosas que tener en cuenta: si refleja el original, si refleja el briefing en el caso de una transcreación, si hay faltas de ortografía, cosas que no suenan del todo natural… Porque, al final, cuando llevas un trabajo de traducción tienes que tener mucho cuidado con eso. En una traducción de cinco mil palabras llega un punto en el que tienes que revisarla un montón de veces para que ciertas expresiones que a lo mejor son muy idiomáticas en inglés, no las traduzcas como un calco y que el efecto en español sea bueno. Cuando eres revisor, tienes que tener el ojo muy abierto y tener el ánimo de mejorar lo que se puede mejorar, pero no necesariamente sobrecorregir sólo porque tú te aplicas a tu trabajo. Me he encontrado gente así, y creo que también es un error de principiante. Una cosa interesante de ser revisor, es que hay gente muy buena y aprendes muchos de ellos. A veces tienen una solución a una frase y dices ¡Dios mío, qué maravilla haber dado con esa combinación de palabras! O alguna expresión que a lo mejor la tienes en el rincón de tu mente y en ese momento no llega.

Michel Toumi: También haces lo que has denominado Asesoría cultural. Es decir, no entras en los textos, pero de alguna manera es una valoración de si esos textos encajan con la cultura de destino. ¿Cómo es ese trabajo?

María Godoy: En realidad, la transcreación tiene mucho de eso. Ver, por ejemplo, si una palabra sería malsonante en cierto mercado, si hay una campaña parecida que ya ha salido, si utiliza lo que hablábamos antes, palabras muy malagueñas. Tu labor es saber cuándo algo tiene ese sabor del mercado o si es algo prefabricado que sencillamente se ha traducido de forma literal. Es una especie de supervisor o consultor que ofrece una información que evidentemente una agencia de Londres o de América no pueden tener. 

Michel Toumi: Dentro de todas esas diferentes gorras que te pones, copywriter, traductora creativa, traducción pura, editora, asesora cultural… De todo este abanico, ¿qué es lo que más te gusta?

María Godoy: La transcreación, sin duda. Y la consultaría cultural, también. Cuando me dan tiempo disfruto mucho pensando en el proyecto. Claro, todo enmárcalo en un momento donde tengo 5 tareas más. Estando ahí cuando te agarras por un día o un día y medio, y estas ahí dándole vueltas a la cabeza en un segundo plano hasta que te sientas con una libreta para escribir lo que has estado pensando. Te llegan ideas, palabras. No sé, me encanta. Además, la posibilidad de que eso tenga visibilidad o cuando ves que las ideas que has propuesto le gustan al editor y llega al cliente y se publica es muy guay. También creo, y quizá de eso se habla poco, pero en la transcreación me parece que hay una cura de humildad importante. Es una idea que puede ser polémica, pero muchas veces tú tienes que vender tu trabajo aparte, decir los clientes para los que has trabajado y mientras más grandes sean, mejor, porque eso significa que eres bueno. Eso no lo podemos hablar de nuestros clientes, porque firmamos un contrato de confidencialidad. Tienes que encontrar otra forma de demostrar que tú haces un buen trabajo.

Por ejemplo, una de las cosas que me gusta mucho de este mundo es que a veces te hacen pruebas antes de contratarte, y si la agencia es buena te la pagan. Y a mí eso me gusta, porque me hace sentir segura de que soy la persona idónea para ese trabajo. Porque puede ser que sea algo muy especializado y que no me fluya tanto.  

Michel Toumi: Claro. En tu perfil, de hecho, mencionas una serie de sectores. ¿Te sales de ese rango de sectores con los que tú te sientes más cómoda, o procuras ceñirte únicamente a esos?

María Godoy: La idea es ceñirme únicamente a eso, pero por relaciones con la agencia, al tener varias cuentas te proponen cosas y no me parecen mal. Al principio, como comentábamos, coges todos los proyectos que te salen porque quieres clientes. Luego ya sabes cuando algo no va contigo y cuando va mucho contigo. Además creo que así es como de verdad ofreces valor a tus clientes, cuando estás especializado en un tema en concreto. Por ejemplo, yo suelo traducir sobre moda, estilo de vida, turismo, música, con todo el tema cultural puedo aportar un montón. Si me hablas de algo muy técnico o informático, no creo que sea justo que yo acepte un proyecto si me lo ofreces. Porque sí hay gente muy especializada, y requiere saber mucha terminología, los códigos y montón de cosas. Es muy fácil no ofrecer una traducción de calidad si no estás mínimamente especializado en eso. En mi caso, también me encanta la fotografía, la creatividad, el arte… estoy muy en contacto con ese mundo. Todo el tema de la moda es tan poético, casi que requiere una evasión. Me encanta trabajar con este tipo de contenidos. Me siento muy cómoda y además siento como que siempre debo estar reciclándome, y reciclarme es leer novelas, revistas, newsletters específicas que tienen secciones muy buenas. Me siento guay, y creo que es donde mejor puedo hacer lo que hago.

Michel Toumi: Con la experiencia que tienes, que ya llevas un montón de años en esto, ¿has pensado en escribir algún libro sobre transcreación? 

María Godoy: Lo he pensado. Pero entre que tengo mucho trabajo y además me hago la pregunta de si lo haría «porque es lo que toca», ya que todo el mundo saca libros, formaciones y demás, o si es algo que me apetece. Me encanta, por ejemplo, ocasiones como estas en las que puedo hablar con alguien como tú sobre lo que hago. Pero me tomo muy en serio el papel del profesor. Entonces, si lo hago más adelante, quiero hacerlo bien. He dado algunas formaciones en máster de diseño y alguna entrevista, pero por ahora no.

Michel Toumi: ¿Qué libros o qué blogs nos recomendarías para quien quiera saber un poco más sobre tu profesión?

María Godoy: Específicamente sobre mi profesión, el curso de transcreación de Traduversia está muy guay, también está Trágora, donde Carmen Moya, la chica que te comentaba antes, es tutora. Luego, el ejemplo que comentabas antes me parece maravilloso, porque, al final, se trata de ver y ver publicidad. Escuché la entrevista de Diana y al final llegamos a la misma conclusión: hay que estar despierto en este mundo. Cuantos más inputs, mejor. Respecto a eso, recomiendo estar suscrito a la newsletter de marcas que te gusten o de contenido relacionado, porque ahí es donde adquieres lo que te hace falta, dominas la terminología, ya sabes lo que no funciona, lo cual es muy importante, es algo que se desarrolla con el tiempo. Siempre estamos en ese plan, de lo que no funciona y lo que sí. Todos somos la típica persona que ve un anuncio y trata de desarrollar ese instinto viendo publicidad, newsletters, es una forma muy cómoda de acercarte a empresas que te gusten. 

Respecto a los libros, son muy con los pies en la tierra, pero muy necesarios en esta profesión. Uno se llama «Palabras mayores. 199 recetas infalibles para expresarse bien», es muy interesante porque también tiene en cuenta otras variantes del español. El segundo libro, se llama «Ortotipografía para diseñadores», bastante reconocido. 

Michel Toumi: María, cuéntanos alguna campaña con algún copy que te haya gustado especialmente en los últimos días. 

María Godoy: Me alegro que me hagas esta pregunta. Apple parece ser el centro de esa entrevista. Apple no patrocina esta entrevista [risas]. Pero hace una semana vi la nueva campaña que han hecho sobre privacidad. No destacaría específicamente el copy porque creo que es un compendio de otras cosas muy interesantes. Me gusta porque expresa de forma muy visual y con contextos que acompañan a ese elemento visual, lo que es no tener privacidad y la posibilidad de que tú la puedes controlar. 

Lo que me gustaría comentar de esto, que tú lo comentaste antes sobre ver publicidad, es que no específicamente se trata de ver mucho copy. Sí, evidentemente es muy importante, pero hay que verlo como un todo, porque eso también te hace saber hasta dónde puedes llegar tú con las palabras. Tienes que conocer el entorno para saber cuáles son las palabras para unirte a tu juego. En este caso es muy guay porque el copy no se come a la imagen, y la imagen también es muy potente, aparte de que hay otra capa más que es la música. Ese conjunto de recursos me parece brutal. 

Michel Toumi: Ya que has dicho esto, me ha parecido interesante que a veces participas en proyectos en los que hay profesionales que acompañan esa campaña, con los que también tendrás que tener relación. Por ejemplo, la música. ¿Es un elemento a tener en cuenta para los textos, o la creatividad después, si eso se va a traducir en un anuncio con una determinada dirección artística? Cuéntanos algún caso así.

María Godoy: Por ejemplo, en el caso de los poemas, muchas veces son canciones. Hace poco estuve traduciendo un proyecto que era medio cantado, y a ti te dan la pieza hecha en inglés, no estás en contacto con el artista, pero tienes que hacer que funcione. Aunque sea en subtítulos. No van a poner a otro talento a cantar, a no ser que sea algo muy básico, que también se hace. Para mí eso ya es otro nivel. Por ejemplo, las canciones de Disney, eso es un trabajo aparte. Creo que conocer al máximo esa pieza y cuál es la musicalidad te ayuda mucho a saber cómo tienes que adaptar ese trabajo. 

Michel Toumi: Supongo que no será lo mismo transcrear textos largos, eslóganes muy concretos o, por ejemplo, los textos que hay en un cartel, que suelen ser muy pocas palabras. ¿Cómo afrontas estas diferencias en el formato? ¿Son realmente tan importantes?

María Godoy: Al final, la guerra siempre es tener el máximo de información posible por parte del cliente. Por ejemplo, un caso interesante para comentar es cuando te toca hacer un micro texto que van un escaparate, o mensajes sobre una colección de moda, o un cartelito sobre un pantalón que está hecho de una forma específica, y tener que imaginarte cómo se recibe eso. Es decir, no es lo mismo traducir una newsletter de esa marca, donde ya sabemos cuáles son los códigos, que hacerlo en una tienda. Hay que tener en cuenta cómo te diriges a la persona, que sea muy corto, que no utilice un lenguaje demasiado poético, porque al final, en una tienda lo que se pretende es vender en ese momento y lugar. Entonces sí que supone un reto, pero es muy divertido, porque es un cambio de lo que sueles hacer normalmente. No todo el mundo te pide que traduzcas este tipo de cosas. Como nunca sé cuándo va a salir ni dónde, a veces voy a la tienda de algunas marcas con las que he trabajado y empiezo a buscar ¡Mira, esto lo he hecho yo! [risas].

Otro caso que se me ocurre es, por ejemplo, que alguna vez he tenido que adaptar nombres de películas. Eso es un tema, porque siempre tienen mala fama las adaptaciones de los nombres de las películas, tienes que estar fino. Eso sí requiere estar muy en el mundo de, por ejemplo, una cadena de streaming, para saber y tener información. Te digo, la guerra es siempre obtener esa información. Porque a lo mejor te dan dos líneas y tú ahí tienes que interpretar, que la agencia acepte el título, que sea correcto y argumentarla muy bien. Si es por formatos, formatos locos hay un montón. No es tan habitual, pero hay veces que he tenido que adaptar cuñas de radio que si lo hubiera traducido literalmente desde el inglés no hubieran tenido ningún sentido. Jugar para mantener el componente de humor siempre supone un reto importante porque hacer reír y que la publicidad no resulte invasiva conlleva mucho trabajo para no pasarte de gracioso, no hacer la broma cítrica.

Michel Toumi: ¿Puede que el humor sea una de las cosas más complicadas de transcrear? 

María Godoy: Exacto. Y si hablamos de especialización, conozco a gente especialmente ocurrente, que lo hace genial, que dices «esta chispa es de monologuista» [risas]. Tienen ese arte que es difícil. Por eso creo que a veces está guay hacer la lectura de saber en qué eres bueno e ir a por ello. Luego llegan encargos en los que te puedes defender. A veces he tenido que traducir poemas, en los que me he sentido cómoda. Yo por ejemplo admiro mucho a los que traducen subtítulos de monólogos. Por ejemplo, en Netflix ese trabajo es de superdotados, es increíble. La traducción literaria también me parece increíble, es una responsabilidad enorme. Hay gente que se le da eso genial, y que vayan a por ello, por favor, que los necesitamos [risas].

Michel Toumi: ¿Qué cualidades crees que tendría que tener un buen transcreador? 

María Godoy: Quizá se comparta con los copys. Ser una persona muy curiosa, ver mucha publicidad, intentar leer muy bien el inglés y dejar la imaginación volar. Tener siempre en cuenta el briefing, es decir, a alguien que sea capaz de seguir instrucciones, pero también ser un poco flexible. Más que una cualidad, un hábito, leer mucho en español, ya no exclusivamente las newsletters, sino leer novelas, ensayos… todo lo que sea para tu cajón mental viene bien. Digamos que el inglés sería como una página en blanco, tú solo ves lo que tienes delante, si te dicen ‘’Oso blanco’’, tú solo ves un oso blanco. Y muchas veces tú tienes que hacer algo completamente nuevo. Cuantos más recursos tengas allí, en segundo plano, más puedes recrear algo que a lo mejor sea único, en el sentido de que encajen bien en un mercado. 

Michel Toumi: En el programa, los entrevistados nos dejan una pregunta para la siguiente persona que nos visita. Erick Monzón, copywriter también conocido como el Señor Lobo, te dejó esta, que tiene su miga: ¿Cuál es la forma más rápida que has encontrado para elevar tus precios sin que importe la cantidad de pérdidas en el número de clientes? 

María Godoy: Tiene miga de verdad. Me temo que mi respuesta va a ser políticamente correcta, pero es real. Evidentemente, en mi caso, con el tiempo las cosas han cambiado. No es tanto de ‘’Han pasado 3 años, voy a subir las tarifas’’, sino más a raíz de proyectos en los que se requiere más creación y en los que yo he estado más especializada en ese momento. Entonces, para un proyecto que te resulta más fácil son unas tarifas, y para otros más complejos, a nivel de volumen, tiempo dentro entrega, terminología y de tener cierto bagaje, pues son otros para una misma agencia. No he tenido la ocasión de decir ‘’Cambio mi tarifa a esto’’.

Michel Toumi: En la relación con las agencias, ¿las agencias os marcan mucho las tarifas? 

María Godoy: No. Pero uno tiene que saber más o menos cuál es el precio del mercado, como pasa con todo, y ver hasta dónde puedes jugar en ese sentido. También según el tema y el formato las tarifas son unas u otras. Normalmente te piden cuál es tu tarifa y a raíz de eso te hacen una prueba para entrar en la agencia. Pero, por lo general, si es demasiado alto, te lo dicen, y si es demasiado bajo no te lo van a decir [risas].

Michel Toumi: ¿Qué pregunta dejarías a la siguiente persona invitada?

María Godoy: Le diría que en este mundo de tiempos locos y de tener que entregar rápido, la pregunta sería, ¿Cómo logras el equilibrio entre estar informada y formarte en tu profesión, y no acabar abrumado por todas las opciones posibles? 

Michel Toumi: También tiene su miga. Creo que nos la hacemos todos. Con tantos recursos, tantas formaciones y tantos inputs que te están esperando, no puedes llegar a todos.

María Godoy: Exacto.

Michel Toumi: María, siempre cerramos la entrevista preguntando a los invitados, ¿Qué ha significado para ti convertirte en copywriter y traductora creativa, y qué es lo que más te gusta de esta profesión? 

María Godoy: Para mí ha significado que un rasgo que siempre había tenido y al que no le había dado más importancia, la cual es la comunicación, el hecho de poder utilizar esa cualidad en mi vida diaria me llena mucho. También trabajar con cosas que son agradables y bonitas, con gente a la que le gusta tanto su trabajo como a mí, marca mucho la diferencia. Creo que el componente humano puede ser lo más interesante y lo que más me gusta. 

Michel Toumi: Recuérdanos, ¿dónde podemos encontrarte? 

María Godoy: En mi web, srtared.es, y en LinkedIn. 

Michel Toumi: Muchas gracias, María. Ha sido un placer tenerte en el programa. Hemos aprendido mucho sobre el apasionante mundo de la traducción creativa. Mucha tinta y mucha suerte para todos tus proyectos. 

María Godoy: Muchas gracias, y gracias por invitarme.


Pregunta que deja María para el siguiente invitado

«¿Cómo logras el equilibrio entre estar informado y formarte en tu profesión, y no acabar abrumado por todas las opciones posibles?».


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