Publicado el 01/03/21
– Los lunes de cine 007 –
Cuentan que ocurrió así.
Hemingway estaba de copas con su editor.
Le gustaba alardear de su estilo, de su prosa sin adornos.
Con la tercera bebida apostó a que era capaz de escribir una historia completa que conmoviese a toda la parroquia del bar, con sólo seis palabras.
Seis palabras. Si alguien no se emocionaba con la historia, perdía.
El editor aceptó. Si no lo consigues le pagarás una ronda a toda esta gente, le dijo.
Hemingway cogió una servilleta de papel. Rebuscó en su chaqueta y sacó una pluma. Escribió. Dobló la servilleta y la dejó sobre la barra.
El editor la desplegó y leyó en silencio.
Volvió a plegarla, sacó la cartera y la puso encima del papel.
No hacía falta leerla en voz alta.
Las seis palabras que le hicieron ganar a Hemingway fueron:
For sale, baby shoes, never worn
Se venden zapatos de bebé. Sin usar
(la puntuación en español es licencia mía)
Esta anécdota, que seguramente nunca ocurrió y que tiene otras versiones (un almuerzo entre escritores, en lugar de unas copas con su editor), se ha utilizado muchas veces para demostrar la claridad y precisión del lenguaje de Hemingway.
Da igual que sea cierta o no. Como ejemplo para escritores y copywriters es sobresaliente (de hecho, se han encontrado versiones similares de este relato en algunos anuncios de principios de siglo XX, que bien pudieron inspirar al novelista).
Lo que sí que dijo Hemingway, respecto al uso florido del lenguaje y la necesidad de expresarse siempre con palabras sencillas, fue:
«Pobre Faulkner. ¿De verdad cree que las grandes emociones nacen de las grandes palabras? Se cree que no conozco las palabras sofisticadas. Las conozco todas. Pero hay palabras más viejas, simples y mejores, y esas son las que uso».
Hemingway
¿Se puede batir a Hemingway y contar una historia emotiva con menos de seis palabras?
Sí, con ninguna.
Vale, no exactamente en una servilleta de papel.
Hay una intrahistoria de 4 minutos en la película Up que es un ejercicio narrativo maravilloso. De lo mejor que ha hecho nunca Pixar.
Sin una sola palabra, sin ningún diálogo, te cuentan una vida entera de un matrimonio. Décadas. Todo lo sustancial, todo lo que importa para entender cada recuerdo, dolor y anhelo del protagonista, en 4 minutos en los que no sobra ni falta ningún fotograma.
Para llegar a contar tanto sin una sola palabra, antes alguien tuvo que encontrarlas y escribirlas.
Ese es trabajo de grandes guionistas. Y de grandes copywriters.
Te escribo mañana.
Hasta entonces, salud y mucha tinta.
Michel
P. D.: El lenguaje sencillo, claro y con palabras cortas es una seña de identidad de Hemingway, hasta el punto de que el escritor da nombre a una herramienta para evaluar cómo de claros son tus textos (en inglés). En español tenemos a Lorca.
P. D.: Si quieres comunicar con las palabras justas y adecuadas para tu público, contesta a este correo. No nos apostaremos nada, pero podemos tomarnos una copa (aunque sea virtual) para hablar de tu proyecto.
Da igual que la hayas visto. Siempre es una delicia revivir esta historia ⬇️
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