Publicado el 24/02/21
– Los miércoles de libros 006 –
¿Alguna vez te has encontrado haciendo tus cosas, con tus pantalones abrazando tus tobillos y, cuando estás a punto de terminar, darte cuenta de que apenas te queda papel higiénico?
Así abre Mike Michalowicz una de las metáforas más poderosas que he leído sobre sacar adelante un negocio con los mínimos recursos.
El título de su libro ya es clarificador:
«El emprendedor del papel higiénico: la guía sin rodeos para limpiar tu negocio y ganar dinero, incluso si estás al final del rollo».
(me gusta más mi traducción improvisada que la se puede encontrar en la versión española. Si la lees ya me dirás si estoy en lo cierto 🤔 ).
En diez afilados e hilarantes párrafos, Mike te sumerge en una vívida, incómoda y universal escena para introducir sus recetas de emprendimiento.
En una situación así, dice, tienes sólo dos o tres opciones.
Puedes pedir ayuda, aunque esto es una salida bastante embarazosa.
Puedes hacer el encorvado y humillante movimiento de arrastrar los pies, rezando para encontrar un rollo en algún sitio. Es horrible, pero es una opción.
O puedes aplicar la mentalidad de un emprendedor y darte cuenta de que tienes algo más que tres pedazos de papel.
Como un gimnasta en el caballo con arcos, te mantienes a dos manos intentando alargar el pie para acercar la papelera.
¡Lo conseguiste! Toca examinar sus tesoros.
Un pañuelo usado. Bien, muy bien. Un bastoncillo de algodón. Utilizable, si lo necesitas. Unas bolas de algodón. Perfecto, puedes apañarte con eso. Y… ¿hilo dental? ¡Ni hablar! Por ahí no pasas.
Así que con las tres hojitas de papel y tus hallazgos consigues salir del baño con la frescura de una margarita, listo para comerte el mundo.
La cosa no termina aquí, sigue Mike.
Puede que semanas después del incidente vuelvas a las andadas, sin tomar precauciones ni haber aprendido nada, deseando que esta vez no tengas que usar el hilo dental.
O puede que seas consciente del uso y abuso que a veces hacemos de los recursos cuando creemos que son inagotables. Cuando confiamos que el rollo siempre estará ahí, y estará lleno.
Puede que cambies tu mentalidad y comprendas que el éxito está en cómo manejas los recursos críticos y cómo enfocas tus acciones para conseguir extraer lo imposible de lo más escaso.
Darte cuenta de que tu éxito no dependerá de sentarse a esperar algunos rollos extra, sino de tirar adelante con lo que tienes, pensando diferente al resto de la gente.
Saber que no se trata de estar en lo cierto, sino de estar comprometido con lo que hagas.
Quienes consiguen dominar esto son los pocos y orgullosos emprendedores del papel higiénico.
Bien, no es un título para poner en la pared del despacho, ¿verdad?
Pero sí para tatuarse en la manera de hacer y de ver.
Y, respecto al copywriting, Mike nos enseña cómo las metáforas te ayudan a dibujar en las cabezas de las personas escenas que se entienden, impactan y perduran.
Quizá ya no mires igual el portarrollos (ni la papelera) cuando entres al baño…
Te escribo mañana, con un puñado escaso de palabras.
Hasta entonces, salud y mucha tinta.
Michel
P. D.: Es muy posible que te haya venido a la cabeza uno de los mejores anuncios de siempre sobre estos rollos de papel (no es el del perro). No sólo por su creatividad, sino por su eficacia (200% de aumento de las ventas en sólo 10 días y una fuerte viralidad de la marca y del producto).
P. D.: Un recurso que siempre tendrás a tu alcance son las palabras. Aprende a extraerles el máximo. Si prefieres que alguien lo haga por ti, responde a este correo.
¿No lo recuerdas? Pincha aquí para ver cómo se las apaña alguien que no sigue los consejos de Michalowicz.
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